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Delegados del Gobierno y las FARC-EP empiezan a hablar cara a cara sobre las víctimas

Las FARC-EP y el Gobierno colombiano inician hoy, en La Habana, las conversaciones sobre la reparación a las víctimas. El debate se presenta largo y complejo, dado que hasta el mismo enfoque de quién es víctima está en discusión. Este será, sin duda, un ciclo crucial para proceso.

«No hemos venido a La Habana a negociar impunidades», resaltó en una reciente entrevista al portal digital Las2Orillas el delegado de la guerrilla Pablo Catatumbo. Aseguró que las FARC-EP cuentan «con las herramientas indispensables, necesarias y pertinentes para el abordaje del tema, para lo cual hay que ser objetivos y tener en cuenta que, según estadísticas de la ONU, más del 80% de las victimizaciones son responsabilidad del Estado y sus paramilitares».

Sobre la reparación a las víctimas, indicó que pasa por «superar las causas generadoras del conflicto, del cual deriva la victimización». «Es necesaria la reconstrucción de la verdad, de toda la verdad, acerca del origen, las causas, los responsables y las dinámicas del conflicto. Debe haber por parte de todos los implicados un reconocimiento de las responsabilidades, pero teniendo en cuenta que aquí no podemos establecer una especie de equidistancia porque la generación de la guerra y más del 85% de la victimización está en cabeza del Estado y del bloque de poder dominante. Eso no puede ser ignorado, ni soslayado», incidió. Ese, precisamente, es uno de los puntos que mayor confrontación y división está provocando, incluso en el seno de los foros de víctimas organizados por la ONU.

Tras las críticas recibidas, en especial por parte de las FARC, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, descartó que, por el momento, militares y soldados viajen a La Habana en calidad de víctimas. Abogó por oír a las víctimas civiles.

En una entrevista a la revista colombiana «Semana», el Coordinador Residente y Humanitario de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, advertía de que «estamos en una encrucijada en la que el debate sobre las víctimas puede ayudar al entendimiento y la reconciliación o puede tener un efecto exactamente opuesto».

«Lo malo es cuando se trata de usar a las víctimas para ganar puntos. En cada lado del debate hay personas que intentan ganar la ascendencia moral diciendo `nosotros tenemos menos víctimas y ustedes tienen más'. Esto es muy contraproducente para crear reconciliación o, al menos, para ganar entendimiento y comprensión. Y desconoce una gran cantidad de víctimas», subrayó.

Por ello, expresó su desacuerdo con «la tendencia de ver a las víctimas exclusivamente a través de un lente que mira quién fue el victimario y que enfatiza números y porcentajes. Eso es entendible en el contexto de una negociación donde cada parte quiere resaltar la mayor culpabilidad del otro».