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Un obús impacta contra una prisión en Donetsk en plena ofensiva del Gobierno

El Ejército ucraniano estrechó ayer el cerco en torno a los bastiones rebeldes prorrusos de Donetsk y Lugansk al cortar las carreteras que unen las dos ciudades. Un centenar de presos escaparon de una cárcel de alta seguridad bombardeada. Buena parte regresaron poco después.

«El 10 de agosto por la noche, tras unos bombardeos, un obús impactó en una zona residencial de la colonia penitenciaria 124 en el barrio de Kirov. Un preso murió y otros tres resultaron heridos», indicó la Alcaldía en su página web. «Estalló un motín y 106 personas abandonaron el centro. Por la mañana, unos cuantos regresaron», agregó.

Una periodista de France Presse comprobó ayer que la puerta central de la cárcel estaba abierta y que en el lugar se encontraban rebeldes que ayudaban a buscar a los fugitivos. Un portavoz prorruso dijo que habían acudido a asegurar la zona para impedir que los fugitivos se hagan con armas.

106 prisioneros escaparon de la cárcel y de las bombas, aprovechando un fallo en el sistema de alarma derivado de un corte de electricidad. «Hemos podido ofrecer ayuda médica a tiempo», relataba a Euronews Yuriy Khmelevtsev, subdirector de la cárcel. «Hemos trabajado con profesionalidad y gracias a ello y a los refugios antibombas, hemos conseguido salvar a la mayoría de los prisioneros».

La dirección de la cárcel ha informado de que, dada la situación de inseguridad en el este de Ucrania, 34 reclusos han solicitado reingresar en prisión. Otros han llamado para avisar de que no pretendían escaparse.

Un preso contaba cómo fue el impacto: «Los prisioneros estaban en sus celdas y, de repente, la bomba cayó aquí. Aquí no había nadie pero sí había alguien en el piso de abajo. Sus restos están abajo».

El Ministerio de Interior de Ucrania ha negado que el Ejército haya atacado directamente la cárcel, que se encuentra lejos del centro de la ciudad.

En Donetsk se escucharon bombardeos durante la noche y se vieron blindados rebeldes atravesando el centro de la ciudad. Varios transformadores eléctricos fueron alcanzados por obuses, provocando cortes de electricidad en varios barrios. «Nunca ha habido ningún rebelde aquí. No comprendo por qué bombardean esta zona», dijo Nikolai, un habitante del barrio.

Las pérdidas del Ejército ucraniano ascienden a 568 muertos y 2.120 heridos desde hace cuatro meses.