EDITORIALA
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Maroto insiste en su irresponsabilidad

La propuesta del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, de recoger firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular con el fin de endurecer las condiciones de acceso a la Renta de Garantía de Ingresos resulta cuando menos cínica. Que un partido que en el mejor de los casos ignora las demandas sociales más clamorosas apele a la «fuerza de la calle» movería a la risa si no se tratase de una iniciativa tan irresponsable y peligrosa.

La propuesta consiste en que quienes no hayan podido regularizar su situación, quienes no lleven al menos diez años empadronados en la CAV y quienes no puedan acreditar vida laboral no cobren la RGI, y Maroto y su partido, que reiteradamente han pretendido erigirse en portavoces de «la mayoría silenciosa», pretenden ahora serlo de quienes están «hasta las narices» de lo que ellos consideran situaciones de abuso. No se refieren a quienes están «hasta las narices» de recortes, de paro, de condiciones laborales lamentables, de corrupción... sino a una parte de la sociedad susceptible de manipulación en una coyuntura favorable para airear ciertos prejuicios y resentimientos. Se acuerdan de «la calle» para intentar legitimar un discurso cuya única verdad incuestionable es su carácter xenófobo y populista en la misma línea que los movimientos de extrema derecha europeos. Pero buscar en la calle el apoyo a ese discurso y a políticas guiadas por el mismo es buscar una dudosa legitimidad basada en los instintos más bajos, previamente alimentados con medias verdades y mentiras enteras.

Maroto y el PP no buscan solucionar problema alguno, sino simplemente votos. Como tantas veces, lanzan una campaña con un «enemigo» a batir, liderando la lucha en esta ocasión contra el inmigrante «que no quiere trabajar» y «roba» a la sociedad, propugnando cambios de leyes por supuestas alarmas sociales creadas por ellos mismos. Para mover a los partidos políticos, dicen. Y, ciertamente, los partidos y el resto de agentes del país deberían moverse, hacer más pedagogía y mostrar claramente la irresponsabilidad del PP.