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Juncker niega fraude y evasión fiscal en Luxemburgo y no ve conflicto de intereses

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, defendió ayer que los acuerdos secretos que firmó en Luxemburgo –investigado por fraude y evasión fiscal– con multinacionales para minimizar el pago de impuestos mientras él era primer ministro y ministro de Finanzas respetan la legislación, aunque admitió que sus resultados no se ajustan a las exigencias de «justicia social». «No hay nada en mi pasado que indique que mi ambición era organizar la evasión fiscal en Europa», aseguró Juncker, quien admitió un «exceso de ingeniería fiscal», pero negó que tuviera conocimiento de ilegalidad alguna.

Durante su intervención en el pleno de la Eurocámara a propósito del llamado caso LuxLeaks, se dijo responsable político, pero se desmarcó de una implicación directa y negó un «conflicto de intereses».

El eurodiputado de EHBildu, Josu Juaristi, afirmó que «no es suficiente» decir que no supo que se hiciera nada ilegal y que tal ven hubo un exceso de ingeniería fiscal, y reclamó más explicaciones. A su juicio, Juncker «ha salido significativa- mente tocado».