Representantes de PNV, EH Bildu y PSE en el Parlamento de Gasteiz defienden hoy en el Congreso de los Diputados la proposición de ley aprobada por la Cámara autonómica que pide modificar los límites territoriales de la CAV y de Castilla y León para que Trebiñu quede integrado administrativamente en Araba. Esta no es una propuesta nueva, puesto que los habitantes del enclave han manifestado en multitud de ocasiones, por activa y por pasiva, su voluntad de ser reconocidos como alaveses a todos los efectos. Ya lo hicieron, por ejemplo, en los acuerdos adoptados en 1980, 1998 y 2013.

Por distintos motivos, una amplia mayoría de vecinas y vecinos de Argantzun y Trebiñu asume esta reclamación. Apenas son 17 kilómetros los que los separan de Gasteiz, mientras que hay que recorrer unos 100 para llegar a la capital burgalesa. Pero, además de la evidente unión geográfica, son razones administrativas las que llevan a los ayuntamientos de la Octava Cuadrilla a reclamar su integración en Araba. Y es que es a este territorio adonde, lógicamente, acuden a la hora de recurrir a los servicios básicos. Pese a ello y contra toda lógica, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Burgos rechazan de plano esta solicitud y, faltos de argumentos de peso, ahora critican el procedimiento adoptado para llevar la propuesta a Madrid de la mano de la Cámara de Gasteiz.

El desenlace normativo de esta solicitud se presenta complicado dada la oposición del PP y de las instituciones castellanas, que ponen en duda la legitimidad de que una comunidad autonómica proponga cambios que afectan directamente a otra. La propuesta de los ayuntamientos del enclave respaldada por el Parlamento de Gasteiz cuenta con avales legales, pero PP y PSOE ya han adelantado que la rechazarán. Sea cual sea el resultado de la sesión de hoy, de lo que no cabe duda es de que treviñeses y treviñesas merecen una solución, porque así lo requieren para vivir en mejores condiciones. Es cuestión de responsabilidad política cumplir con ese deseo.