La protesta se ha producido en torno a las 20.00 horas cuando el cardenal se disponía a entrar a la parroquia, momento que han aprovechado las cinco activistas para lanzar a Rouco varias bragas manchadas de rojo.
Rouco, escoltado por los párrocos, ha conseguido entrar a la iglesia, donde se iba a oficiar una misa, mientras las activistas, en cuyos cuerpos tenían escrita la palabra Femen, han gritado desde la calle «aborto es sagrado» con el puño en alto.
Posteriormente, la puerta principal por la que ha entrado el cardenal arzobispo de Madrid ha sido cerrada y las activistas se han ido caminando por las calles aledañas al templo entre algunos aplausos de los viandantes.
La protesta de Femen tiene lugar un día después de que miles de personas se manifestaran en Madrid contra el anteproyecto de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada.