Ibon Esteban, Xabat Moran, Aiala Zaldibar, Bergoi Madernaz, Igarki Robles, Marina Sagastizabal y Ainhoa Villaverde fueron condenados a seis años de prisión por la Audiencia Nacional española en mayo de 2015, acusados de ser de Segi. 

El tribunal ordenó su encarcelamiento provisional, a la espera del recurso interpuesto ante el Supremo contra la condena impuesta.

Las defensas y familias de los jóvenes denunciaron que no se respetó el procedimiento y prevenciones legales establecidas. En concreto, denunciaron que no se celebró la comparecencia para que las acusaciones solicitaran la medida de prisión y las defensas pudieran argumentar o presentar documentos a favor de la libertad.

El 6 de mayo de 2015, la Ertzaintza detuvo a Moran, Madernaz, Villaverde y Sagastizabal y los condujo a prisión. Las defensas presentaron una denuncia en el juzgado y alegaron que la Policía podría haber incurrido en una ilegalidad, al no ser la sentencia firme y porque debería haberse modificado su situación procesal para capturarlos.

Zaldibar, Robles y Esteban evitaron su detención y reaparecieron días después en el muro popular que se constituyó en Gasteiz, donde finalmente fueron apresados y conducidos a la cárcel.

Cinco de ellos –Zaldibar, Robles, Sagastizabal, Moran y Madernaz– quedaron en libertad en noviembre de 2015, tras ser absueltos por el Tribunal Supremo. Villaverde y Esteban fueron condenados a dos años de prisión.

Ahora, el Tribunal Constitucional ha estimado la demanda de amparo de estos jóvenes y ha rechazado la actuación de la Audiencia Nacional por «contraria a la ley y a Derecho y porque vulnera el derecho fundamental a la libertad. Por ello, declara nulas las resoluciónes de ingreso en prisión.