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Una abstención histórica devalúa la victoria del FLN en las legislativas de Argelia

El FLN ganó las elecciones legislativas en Argelia, manteniéndose como primera fuerza pese al descrédito por su vínculo con el destituido Bouteflika. Pero la menor participación en la historia del país empaña su resultado, cuestionado además por los islamistas.

Recuento de votos en un colegio de Argel, el pasado sábado. (Ryad KRAMDI/AFP)
Recuento de votos en un colegio de Argel, el pasado sábado. (Ryad KRAMDI/AFP)

El partido en el poder en Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN), ganó las elecciones legislativas anticipadas organizadas el sábado, pero con una abstención histórica, en medio de una crisis en el país y en un clima de represión generalizada.

Estas elecciones fueron rechazadas por el movimiento de protesta popular de Hirak, reprimido por el Gobierno, y parte de la oposición, que llamó al boicot de las urnas.

Aunque con una implantación antigua y extensa, el FLN llegaba a las elecciones desacreditado por su compromiso con el depuesto presidente Abdelaziz Bouteflika, destituido del poder en febrero de 2019 por el Hirak.

Los islamistas reivindicaron la victoria

Con todo, se mantiene como primera fuerza con 105 de 407 escaños, seguido de los candidatos independientes con 78 escaños, según ha informado este martes el presidente de la Autoridad Electoral Nacional Independiente (ANIE).

Su aliado tradicional, el Rally Nacional Democrático (RND), obtuvo 57 escaños (14%). La principal formación islamista del país, el Movimiento Sociedad por la Paz (MSP, conservador), ocupa el tercer lugar con 64 escaños.

El MSP, que había proclamado su victoria tras las elecciones, había advertido contra »los muchos intentos de cambiar los resultados». Declaraciones «infundada», según ANIE

La mayor abstención de la historia

Signo del fuerte desinterés de los argelinos en unas elecciones boicoteadas, la tasa de participación –23,03%– alcanzó el nivel más bajo de la historia de Argelia, en cualquier convocatoria electoral,según ANIE.

«La tasa es bajísima. Es un dato que muestra en qué medida esta elección, como las que la precedieron, no constituyen la solución a la crisis», opina Louisa Dris Aït Hamadouche, profesora de ciencias políticas de la Universidad. de Argel.

A pesar del elevadísimo número de candidatos independientes, la abstención es incluso mayor que en las elecciones presidenciales de 2019 y el referéndum constitucional de 2020 (60% y 76% respectivamente). 

Con más de 24 millones de votantes, la Autoridad registró 5.6 millones de votos, incluyendo más de un millón de papeletas nulas.

A modo de comparación, la participación alcanzó el 35,70% durante las últimas elecciones legislativas de 2017 y el 42,90% en 2012.

Tebboune ignora la baja participación

Pero el presidente Abdelmadjid Tebboune ya ha optado por ignorar la cifra de participación. «Para mí no importa la participación. Lo que me importa es que aquellos por quienes vota el pueblo tengan la legitimidad suficiente», argumentó tras votar.

De hecho, el poder está decidido a imponer su hoja de ruta electoral, ignorando las demandas de Hirak: estado de derecho, transición democrática, soberanía popular, justicia independiente.

Los argelinos tuvieron que elegir entre 2.288 listas, de las cuales más de 1.200 fueron declaradas «independientes». Estas listas fueron animadas abiertamente por el poder en busca de renovar su legitimidad.

Antiguo partido único y principal formación del Parlamento saliente, el FLN registró, sin embargo, un importante descenso en el número de escaños, según las primeras cifras oficiales provisionales. Perdió más de 50 diputados para controlar solo una cuarta parte de los miembros electos de la nueva asamblea.

«El FLN tan criticado en la calle fue el primero en las elecciones legislativas. Con su RND gemelo, la alianza presidencial bajo Bouteflika mantiene la mayoría en la nueva Asamblea. Sumado a algunos pseudo independientes, islamistas tolerados, ahí tienes la Nueva Argelia después de #Hirak», ironizaba Rahim en Twitter.