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ELA dejará el proceso autonómico y apostará por la república vasca si su XV Congreso lo aprueba

Por primera vez, si así lo decide el Congreso que ELA va a celebrar en noviembre, el sindicato va a manifestar su apuesta por una república vasca, cambiando el rumbo adoptado en 1979 en defensa del proceso autonómico.

‘Aldaketa garaia da’ maiatzaren lehenean ELAk egindako manifestazioa. (Jagoba MANTEROLA)
‘Aldaketa garaia da’ maiatzaren lehenean ELAk egindako manifestazioa. (Jagoba MANTEROLA)

El sindicato ELA presentará en su XV Congreso, que se desarrollará el próximo mes de noviembre, su apuesta por una república vasca independiente como «construcción alternativa a los estados nación».

«Nos urge ser Estado. Somos conscientes de la dificultad y de los obstáculos. Y sabemos que esta lucha requerirá mucho tiempo. Pero hacemos, como en 1979, una nueva apuesta que, de partida, será necesariamente unilateral», ha anunciado en un artículo de opinión Xabi Anza, miembro de la Ejecutiva de ELA.

Tras recordar que la central sindical se encuentra en pleno debate de la ponencia del XV Congreso que celebrará en noviembre, Anza indica que en ese texto programático, junto a «temas clave» como la precariedad, la sindicalización de ámbitos subrepresentados, la renovación de la cultura militante o el cambio climático, «va a tomar especial relevancia la cuestión nacional».

«Por primera vez, si así lo decide el Congreso, ELA va a manifestar su apuesta por un Estado independiente, por una república», ha añadido.

Según concreta, se trataría de una república como «construcción alternativa a los estados nación» conocidos, «una comunidad de hombres y mujeres libres y protagonistas para definir su articulación como país y su lugar en el concierto de naciones».

«Apostamos por una sociedad acogedora y unas instituciones inclusivas, no temerosas de la organización popular. Y defendemos la soberanía como la antítesis del neoliberalismo, no solo por tanto en relación con los estados, sino también respecto a los conglomerados económicos y financieros que socavan el destino de los pueblos», ha añadido.

Del proceso autonómico a la república

Tras reconocer que esta apuesta «puede sorprender», ya que ELA apostó en 1979 por el proceso autonómico, aclara que se entendió que el marco estatutario podía permitir, «de manera gradual y posibilista, desarrollar aspectos esenciales para nuestro futuro como nación en términos de institucionalidad, de lengua o de cultura».

«No está de más recordar que aceptamos ese marco a pesar de sus graves limitaciones en materia social y laboral, y a pesar de la partición territorial impuesta. Y entendimos, en segundo lugar, que era una oportunidad para el Estado, creyendo que el proceso autonómico podía contribuir a que en España se fuese consolidando una cultura política capaz de asumir definitivamente la llamada plurinacionalidad, agenda en la que ha suspendido secularmente», ha expresado.

En este contexto, ha recordado que este camino «posibilista» no fue el elegido «por todo el universo abertzale» y dice que ELA no reniega, «en absoluto, de la apuesta realizada», pero debe hacer también «una lectura crítica del camino recorrido».

«En primer lugar, creemos que el marco autonómico nos permitió desarrollar cuestiones fundamentales, si bien desde hace mucho ese marco ha sido sistemáticamente erosionado por los gobiernos del Estado, hasta dejar irreconocible el pacto de 1979. Es por eso que, ya en 1997, dijimos que, para nosotros el marco estatutario había muerto», ha sostenido.

Además, ha afirmado que la plurinacionalidad en el Estado está «peor que en el pasado» e incide en que «cuando se ha intentado modificar el marco jurídico, la respuesta de los principales partidos y aparatos del Estado ha sido de negativas reiteradas y represión sin límite».

«Hoy, además, la extrema derecha engorda a golpe de discurso uniformizador. El sistema político español es hoy mucho más abiertamente intransigente y belicoso contra las reivindicaciones nacionales presentes en el Estado», ha advertido.

Por otro lado, ha indicado que esto «acontece dentro de una dinámica global de ‘fascistización’ capitalista» que, en el caso del Estado español, «se concreta en prácticas y propuestas de eliminación de los marcos autonómicos, amenaza de ilegalizar a organizaciones independentistas, utilización del poder judicial para imponer una concepción única de la unidad del Estado, represión indiscriminada de la acción colectiva reivindicativa y acusación de ilegitimidad a representantes electos».

«En nuestro caso, todo sea dicho, tampoco nos convenció nunca el cacareado federalismo del Partido Socialista que hoy lidera, además, un bloque de gobernabilidad también sustentado en la represión de miles de catalanes y de los presos y presas políticas vascas», ha añadido.

Por todo ello, ha defendido que «urge ser Estado», aunque desde ELA son «conscientes de la dificultad y de los obstáculos»: «Sabemos que esta lucha requerirá mucho tiempo. Pero hacemos, como en 1979, una nueva apuesta que, de partida, será necesariamente unilateral. ‘Unión obrera y fraternidad vasca’ fue el lema fundacional de ELA en 1911. Hoy las imaginamos en forma de república».