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Nafarroa camina «hacia la recuperación», pero no será homogénea, según Laboral Kutxa

La economía navarra camina «hacia la recuperación», pese a las sombras que supone que esta no será homogénea, según se ha destacado en la presentación del informe sobre esta materia de Laboral Kutxa.

El problema de la falta de suministro de componentes industriales que viven empresas como Volkswagen podría enquistarse, según el informe de Laboral Kutxa. (Idoia ZABALETA/FOKU)
El problema de la falta de suministro de componentes industriales que viven empresas como Volkswagen podría enquistarse, según el informe de Laboral Kutxa. (Idoia ZABALETA/FOKU)

Nafarroa camina «hacia la recuperación», aunque ésta no será homogénea, según han destacado en la presentación del informe de Laboral Kutxa la consejera de Economía y Hacienda del Gobierno navarro, Elma Saiz, argumento corroborado por el de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, para quien «estamos en el primer vagón, pero no en vanguardia».

En el citado informe se considera, aunque son datos revisables en función de la evolución, que el herrialde marcará un crecimiento del PIB del 6,7 % (6,5 % en el Estado) en 2022 y del 6,4 % en el año en curso.

Se prevé además un crecimiento del empleo en Nafarroa de un 4,2 % este año y del 4,8 % el próximo, mientras que los precios subirán un 2,3 % en 2021 y un 1,5 % en 2022, ha trasladado el director del Departamento de Estudios de Caja Laboral-Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, quien ha hecho un análisis de la evolución de la economía navarra en los últimos meses, del contexto estatal e internacional, y de las prospecciones que se derivan de ello.

Así, es incontestable que, pasado lo peor de la crisis sanitaria del coronavirus, «básicamente estamos en crecimiento», como lo demuestran los datos comparativos con un año atrás sobre todo pero también con 2019, antes de la irrupción del covid-19, situación de la que «estamos muy cerca» en algunos datos, aunque aún queda por recuperar la caída del 8,3 % del PIB el pasado año, o la totalidad del empleo en el que el avance es evidente.

En este terreno, se ha advertido del problema que puede llegar a suponer el descenso de la oferta de mano de obra con el freno a la inmigración y el envejecimiento de la población global, que suponen «un shock de oferta negativo».

Recuperada en buena medida la situación sanitaria, la económica está aún en proceso, con debilidades tan evidentes en Nafarroa como los problemas de suministros (que afectan de forma recurrente a la principal factoría del herrialde, la de Volkswagen) o el encarecimiento del coste de la energía eléctrica.

Cuatro posibles escenarios

En cuanto a perspectivas, el informe analiza cuatro escenarios posibles según la evolución. El primero, el de «un crecimiento sano» con los problemas actuales temporales, con lo que se volvería «a la senda del crecimiento y a los precios razonables», mientras que el segundo escenario, en el que Nafarroa y su entorno se encuentran, es el que plantea la persistencia de estos problemas a corto plazo que se juntan con políticas expansivas de demanda, lo que crea «un sobrecalentamiento de la economía».

El tercer contexto es «el peor», ya que el cuarto y pésimo no se contempla factible, y pasa porque estas circunstancias asumidas para el corto plazo persistan y se quede la inflación sin crecimiento, un análisis en el que Nafarroa se situaría entre el escenario uno y dos, si bien ninguno de los expertos se ha atrevido a afinar.

Sí han coincidido en apuntar que la recuperación del herrialde, por ejemplo en el PIB, en el empleo y en la producción industrial, es mejor que la del Estado.

Aún así, Laboral Kutxa mantiene las previsiones que ya avanzó en el mes de julio, que apuntan a un crecimiento del PIB del 6,4 % para Nafarroa en 2021 y del 6 % para el Estado, aunque esta última cifra «igual se ha quedado un poco larga», ha reconocido Madariaga.

Con todo ello, en el acto ha intervenido el director territorial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena, quien ha compartido la preocupación por las dificultades para el suministro de algunos componentes industriales, que «tiene pinta de que va a ser un problema más persistente de lo que pensábamos», y ha constatado el «sustancial aumento del precio de productos básicos», si bien ha valorado el «ambicioso plan» y las oportunidades que supone contar con los fondos europeos del Next Generation, de forma que «del éxito del uso de esos fondos va a depender el futuro».

Con este escenario, la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz ha reconocido que «los datos invitan a pensar que la recuperación no es solo un deseo, sino una realidad», aunque también ha advertido de que «no es una recuperación homogénea ni exenta de ciertos riesgos».

Tras repasar que el número de ERTE está «en el nivel más bajo de la pandemia», que las cifras de afiliación a la Seguridad Social también están en un nivel precovid, con «datos favorables» del empleo y «en cifras similares a las de febrero de 2020», incide en esta percepción, a la que ha abierto las perspectivas de «tener las herramientas en nuestra mano» para una recuperación en la que «la estabilidad política indudablemente debe ser un elemento de aspiración y responsabilidad por parte de los responsables públicos».

Su compañero en el Gobierno y consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, también se ha posicionado en un moderado optimismo, de forma que «podemos decir que estamos en el primer vagón, en la locomotora, pero no en vanguardia», por lo que ha hecho votos para una mejora en la que la estrategia S3 es «el marco perfecto», con su planteamiento de colaboración público-privada.

También ha avanzado que la próxima presentación de un plan de choque relacionado con la ayuda a las empresas para afrontar la crisis energética va en ese camino, en el que se cuenta con un ecosistema en el herrialde de centros de innovación y un fuerte tejido empresarial que «nos permite, como región, estar presentes en todos esos retos» que se avecinan.