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El Consulado contacta al fin con Pablo González; «está fuerte» y desconoce por qué le acusan

Cuando ha pasado una semana de la detención en Polonia del periodista vasco Pablo González, al fin ha habido noticias a través del Consulado: «está bien, fuerte y tranquilo» y desconoce «por qué le acusan de algo así», según ha podido saber NAIZ.

Pablo González, el pasado 6 de enero, tras ser interrogado por los servicios de seguridad ucranianos.
Pablo González, el pasado 6 de enero, tras ser interrogado por los servicios de seguridad ucranianos. (Pablo GONZÁLEZ)

Una semana después de la detención del periodista vasco Pablo González en Polonia, al fin hay noticias este lunes tarde. Según ha podido saber NAIZ por fuentes intermedias, el Consulado ha podido contactar con el encarcelado. Incluso podría haberse producido una visita directa del cónsul y una comunicación posterior a la familia.

Siempre según estas fuentes consulares, «Pablo se encuentra bien, fuerte y tranquilo». Y reivindica su inocencia tras remarcar que desconoce «por qué le acusan de algo así» (el artículo del Código Penal al que ha recurrido Polonia se refiere a «espionaje» y prevé penas de uno a diez años de cárcel).

Se ha conocido también su situación en prisión: está aislado en una celda, en una especie de módulo de llegadas, en el que al parecer deberá permanecer dos semanas. Cabe recordar que se ha dictado orden de prisión para tres meses.

Se añaden dos datos más: que en los próximos días se solicitará autorización «para que la Fiscalía acepte que el abogado pueda visitar a Pablo y el contacto telefónico con familia y abogado», y que existe opción de escribirle, siempre según lo manifestado por el cónsul.

Justo esta mañana, el abogado del periodista, Gonzalo Boye, había constatado que la situación estaba estancada y sin noticia alguna.

También el diputado de EH Bildu Jon Inarritu, que ha seguido el caso de cerca desde el inicio, se hacía eco en las redes sociales de la situación de González, denunciando asimismo la inacción de instituciones.

En esta semana, la única información que se ha conocido sobre González ha sido la confirmación por parte de las autoridades polacas de la detención y la imputación inicial de «espionaje». Desde ese momento, algunos medios incidieron en el hecho de que González, que tiene doble nacionalidad, disponía de dos pasaportes en los que los nombres no coincidían exactamente. Se trata de una circunstancia que no deberia pasar de la anécdota, teniendo en cuenta que Rusia tiene un alfabeto y un sistema de nombres, apellidos y patronímicos diferente al vigente en el Estado español.

Polonia, estado de la UE

En cualquier caso, estas informaciones son solo lo que algunos medios de comunicación han publicado basándose en las manifestaciones de las autoridades polacas. Aparece como demasiado endebles para montar una acusación que puede suponer hasta diez años de prisión para el periodista vasco.

En este punto, estaba llamando la atención la falta de eficacia de las gestiones consulares del Estado español. No hay que olvidar que Polonia es un estado de la UE y que González es ciudadano de otro estado de la UE. De hecho, se habla de los pasaportes, pero para viajar a Polonia desde Euskal Herria es suficiente con el DNI, ya que se trata de una parte integrante del Espacio Schengen. Es decir, se necesita la misma documentación que para viajar de Bera a Sara.

El mismo día que Sánchez anunciaba que se llevarían a cabo gestiones consulares, su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, señalaba en una entrevista en La Sexta que esta labor podía ser compleja, puesto que las oficinas consulares y la Embajada española en Polonia estaban en Varsovia y el periodista vasco está encarcelado en Rzeszów. Entre ambas ciudades hay 334 kilómetros de distancia. Una semana después, al menos se ha abierto un canal de comunicación con Pablo González.