Una semana después de la detención del periodista vasco Pablo González en Polonia, al fin hay noticias este lunes tarde. Según ha podido saber NAIZ por fuentes intermedias, el Consulado ha podido contactar con el encarcelado. Incluso podría haberse producido una visita directa del cónsul y una comunicación posterior a la familia.
Siempre según estas fuentes consulares, «Pablo se encuentra bien, fuerte y tranquilo». Y reivindica su inocencia tras remarcar que desconoce «por qué le acusan de algo así» (el artículo del Código Penal al que ha recurrido Polonia se refiere a «espionaje» y prevé penas de uno a diez años de cárcel).
Se ha conocido también su situación en prisión: está aislado en una celda, en una especie de módulo de llegadas, en el que al parecer deberá permanecer dos semanas. Cabe recordar que se ha dictado orden de prisión para tres meses.
Se añaden dos datos más: que en los próximos días se solicitará autorización «para que la Fiscalía acepte que el abogado pueda visitar a Pablo y el contacto telefónico con familia y abogado», y que existe opción de escribirle, siempre según lo manifestado por el cónsul.
Justo esta mañana, el abogado del periodista, Gonzalo Boye, había constatado que la situación estaba estancada y sin noticia alguna.
Simplemente recordar que el periodista @PabVis lleva detenido desde el lunes pasado sin haberse podido comunicar ni con su familia ni con su defensa... tampoco sabemos en qué condiciones físicas se encuentra
— Gonzalo Boye (@boye_g) March 7, 2022
También el diputado de EH Bildu Jon Inarritu, que ha seguido el caso de cerca desde el inicio, se hacía eco en las redes sociales de la situación de González, denunciando asimismo la inacción de instituciones.
Tras una semana de la detención de @PabVis, bajo la esperpéntica acusación de ser un espía ruso.
— Jon Inarritu (@JonInarritu) March 7, 2022
▶️ Su familia y abogado siguen sin poder hablar con él.
▶️ Hay medios e instituciones q miran para otro lado, dando pábulo a filtraciones fake no contrastadas.#FreePabloGonzalez https://t.co/RMxP1CuyUo
En esta semana, la única información que se ha conocido sobre González ha sido la confirmación por parte de las autoridades polacas de la detención y la imputación inicial de «espionaje». Desde ese momento, algunos medios incidieron en el hecho de que González, que tiene doble nacionalidad, disponía de dos pasaportes en los que los nombres no coincidían exactamente. Se trata de una circunstancia que no deberia pasar de la anécdota, teniendo en cuenta que Rusia tiene un alfabeto y un sistema de nombres, apellidos y patronímicos diferente al vigente en el Estado español.
Polonia, estado de la UE
En cualquier caso, estas informaciones son solo lo que algunos medios de comunicación han publicado basándose en las manifestaciones de las autoridades polacas. Aparece como demasiado endebles para montar una acusación que puede suponer hasta diez años de prisión para el periodista vasco.
En este punto, estaba llamando la atención la falta de eficacia de las gestiones consulares del Estado español. No hay que olvidar que Polonia es un estado de la UE y que González es ciudadano de otro estado de la UE. De hecho, se habla de los pasaportes, pero para viajar a Polonia desde Euskal Herria es suficiente con el DNI, ya que se trata de una parte integrante del Espacio Schengen. Es decir, se necesita la misma documentación que para viajar de Bera a Sara.
El mismo día que Sánchez anunciaba que se llevarían a cabo gestiones consulares, su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, señalaba en una entrevista en La Sexta que esta labor podía ser compleja, puesto que las oficinas consulares y la Embajada española en Polonia estaban en Varsovia y el periodista vasco está encarcelado en Rzeszów. Entre ambas ciudades hay 334 kilómetros de distancia. Una semana después, al menos se ha abierto un canal de comunicación con Pablo González.