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Otra jornada sangrienta en el día de solidaridad con Palestina

En el 75 aniversario del plan de Partición de la ONU que sembró la semilla de la ocupación, y jornada de solidaridad internacional con Palestina, el Ejército israelí mató a otras cinco personas, elevando aún más la escalada mortal de los últimos meses y constatando el fracaso histórico del plan.

Funeral por el palestino Mufid Mahmud Jalil, en Beit Ommar.
Funeral por el palestino Mufid Mahmud Jalil, en Beit Ommar. (Jaafar ASHTIYEH | AFP)

El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, ya alertó el lunes de que la ocupación israelí está llevando el conflicto de Palestina a «un nuevo punto de ebullición». Pero ese punto se supera cada día en el territorio ocupado.

Ayer, en el 75 aniversario del plan de Partición de Naciones Unidas que sembró la semilla de la ocupación, el Ejército israelí mató a otras cinco personas, elevando aún más la escalada mortal de los últimos meses.

En Beit Ommar, cerca de Hebrón, los disparos de los soldados israelíes alcanzaron en la cabeza a Moufid Mahmud Jalil. Más tarde, en Kafr Ein, los hermanos Jawad y Dahfer Abdelraman Rimawi morían también por disparos israelíes en otra de las redadas diarias en las localidades palestinas, y en Al Mughair, al noreste de Ramalah, Raed Gghazi Al-Naasan era alcanzado en el pecho.

El Ejército israelí aseguró en todos los casos que repelió disturbios en los que los palestinos atacaron con piedras y cócteles molotov.

El quinto muerto fue el supuesto autor de un atropello con un vehículo sobre soldados israelíes cerca de la colonia de Kojav Yaakov. Un soldado israelí resultó herido leve.

Cisjordania vive su año más violento desde 2006. En lo que va de año, han muerto 148 palestinos en ataques de las fuerzas israelíes, que además han detenido a más de 6.000 personas, incluidos 739 menores.

Del lado israelí, han fallecido 29 personas en ataques en los que se incluye un nuevo modelo de resistencia, protagonizada por jóvenes no ligados a las facciones habituales como los del grupo denominado ‘La Guarida del León’ y que están sorprendiendo a las autoridades israelíes.

Hamas advirtió ayer de que la escalada israelí se encontrará con «una resistencia creciente en Cisjordania».

75 aniversario

La jornada más sangrienta en lo que va de año se produjo en el 75 aniversario de la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, y constató el fracaso del plan que contemplaba la creación de dos Estados, uno israelí y otro palestino, y que la ciudad de Jerusalén quedara bajo control internacional.

La misma fecha se dedica al Día Internacional de Solidaridad con Palestina, en la que hubo muestras de apoyo en varios lugares del mundo y que en Euskal Herria se recordó con movilizaciones en Bilbo y Donostia mientras hoy tendrá lugar una charla en Gasteiz en Hala Bedi Taberna.

Con la herida del Holocausto aún lacerante, unas Naciones Unidas en pañales aprobaron el 29 de noviembre de 1947 el Plan de Partición de Palestina, que abrió un eterno conflicto sin paz ni Estado para los palestinos que poblaban esas tierras. Los enfrentamientos surgieron rápido ante el enfado del mundo árabe, que veía injusto que los judíos, que solo eran un tercio de la población y poseían un 7% de las tierras, recibieran casi la mitad del territorio. Enseguida comenzaron a ocupar aldeas árabes y atacar a la población hasta provocar un éxodo masivo de 700.000 personas que los palestinos recuerdan como la  Nakba, (catástrofe).

El Estado de Israel nació seis meses después, lo que desató la primera guerra árabe-israelí, que terminó con el armisticio de 1949 que trazó la llamada «Línea Verde», una nueva frontera con la que Israel ganaba terreno y llegaba hasta Jerusalén, que quedó partida en dos.

Esta frontera se desdibujó en 1967, cuando Israel ocupó el Golán, el Sinaí (devuelto a Egipto en 1979), Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén este, tras la Guerra de los Seis Días.

La mitad oriental de la urbe se la anexionó en 1980, un movimiento no reconocido por la comunidad internacional, pero efectivo de facto. Israel controla y administra el este y oeste de la ciudad, y los asentamientos proliferan en la mitad oriental, donde aún viven unos 300.000 palestinos.

El analista jerosolimitano Ziad Hamouri ve imposible revivir la solución de los dos Estados y observa que la situación general es peor que nunca: «Gaza está bloqueada hace 15 años y en Cisjordania se ha perdido la conexión entre aldeas y ciudades ante la expansión de asentamientos, lo que impide que muchos palestinos puedan ir libremente a trabajar o a la escuela, y las carreteras que se construyen son para los colonos».

El riesgo de una anexión total es «mayor que nunca» con el Gobierno de ultraderecha y abiertamente racista que está a punto de formarse en Israel, aunque en la práctica el Estado hebreo «ya controla militar y administrativamente todo el área C, que representa el 60% de ese territorio», incide Hamouri.

Apartheid, nuevas y mayores colonias, controles, redadas y muertos diarios, y recurrentes ataques sobre la cercada Gaza, se extienden con la confianza israelí de que los Estados del mundo, incluidos los árabes, han renunciado a denunciar sus prácticas.

Israel presiona para evitar a la CIJ

El primer ministro en funciones israelí, Yair Lapid, ha enviado una carta a más de 50 líderes mundiales para pedirles que se opongan a resolución que se votará en la ONU para promover una opinión consultiva sobre las acciones de Israel en los territorios palestinos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). «Esta resolución es el resultado de un esfuerzo concertado para señalar a Israel, desacreditar nuestras legítimas preocupaciones de seguridad y deslegitimar nuestra propia existencia», afirmó Lapid en la carta remitida a los Gobiernos de Gran Bretaña, Estado francés, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Países Bajos, Eslovaquia, Letonia, Georgia, Brasil, Uruguay, Perú y Vietnam.

El pasado viernes, con una mayoría de 98 votos a favor y 17 en contra, una comisión de la Asamblea General de la ONU, solicitó a la CIJ que se pronuncie sobre los efectos de la ocupación ilegal y colonización de territorios palestinos por parte de Israel. En las próximas semanas este mismo texto deberá ser votado por el pleno de la Asamblea General una segunda vez.

Lapid atribuyó la resolución a una «campaña sesgada» del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que en repetidas ocasiones han denunciado abusos de derechos humanos y acusó a la institución de «intolerancia y racismo contra Israel y el pueblo judío».
El sionismo atribuye también a «antisemitismo» las muestras de solidaridad con Palestina que están teniendo lugar en el Mundial de fútbol de Qatar.  GARA

Apoyo de la ALBA

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) reafirmó su apoyo a Palestina y exigió a quienes perpetúan la ocupación que cesen en sus acciones y respeten el derecho internacional.