Juan Carlos de Borbón ha pasado la noche en Gasteiz, concretamente en la clínica dental de Eduardo Anitua, situada en Armentia, cerca de la residencia de su yerno Iñaki Urdangarin, condenado por corrupción y que en la actualidad negocia un acuerdo de divorcio que, según el ‘ElNacional.cat’ incluye una indemnización de 2 millones de euros.

El emérito llegó este domingo al aeropuerto de Foronda procedente de Sanxenxo en un lujoso avión valorado en 50 millones de euros; y de ahí se desplazó al exclusivo centro médico de Anitua, donde se sometió a una revisión.

'El Correo’ ha informado de que el procedimiento médico, en el que podría haber intervenido también el traumatólogo Mikel Sánchez, se ha «alargado» por lo que estará al menos hasta la tarde en Gasteiz.

Poco se sabe qué ocurrirá después. El periódico de ‘Vocento’ vaticina que el sucesor del dictador Francisco Franco al frente de la jefatura del Estado español regresará pronto a su retiro dorado en Abu Dhabi, a donde se marchó tras el inicio de una investigación sobre sus finanzas por parte de la Fiscalía del Tribunal Supremo. 

Sin embargo, medios locales apuntan a que podría aprovechar su estancia en Euskal Herria para visitar una bodega de Rioja Alavesa, concretamente la de Vega Sicilia, en Samaniego. Con una copa de vino pondría el broche a un viaje marcado por el lujo y la polémica.

Ha viajado en jet privado, haciendo una primera parada en Londres, donde vio el partido entre el Chelsea y el Real Madrid, y acudió a un exclusivo club. Y después se fue a Galiza, donde intentó participar en unas regatas. No lo consiguió por el estado de la mar y por su precariedad física.

Opacidad absoluta

La opacidad en torno a quién paga los gastos de Juan Carlos de Borbón resulta absoluta. La versión oficial es que gran parte de ello corre a cargo del empresario y regatista Pedro Campos, con el que el Borbón se ha visto estos días y que le ayudaría por pura amistad.

No obstante, los grupos parlamentarios de EH Bildu y ERC han reclamado la comparecencia en el Pleno del Congreso español de los ministros de Presidencia, Félix Bolaños, y de Hacienda, María Jesús Montero, para que expliquen si parte de ese dinero sale de las arcas públicas.