Miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se han concentrado este miércoles frente a la sede del Banco Santander en la Plaza del Castillo de Iruñea para exigir la dación en pago y un alquiler social para una familia en riesgo de desahucio en Berriozar.

Según ha denunciado la PAH, Fred, migrante con nacionalidad española y residente en la citada localidad de Iruñerria desde 2003, adquirió en 2006 una vivienda mediante un préstamo hipotecario de 179.000 euros con la Unión de Créditos Inmobiliarios, entidad participada por el Banco Santander.

A pesar de haber abonado una parte significativa del préstamo, dificultades económicas derivadas de periodos de desempleo y la percepción de la renta garantizada han impedido que pudiera hacer frente a la totalidad de la deuda, han señalado.

Desde la PAH han subrayado que el Banco Santander «obtuvo durante los nueve primeros meses del año 2024 unos beneficios de 9.309 millones de euros, un 14% de incremento respecto a los de 2023» y han criticado que, a pesar de ello, «está dispuesto a dejar sin techo a una familia».

La plataforma ha señalado que una vivienda en la calle Zortziko de Berriozar podría estar valorada en torno a 100.000 euros y ha denunciado que la entidad financiera «quiere dejarles con una deuda para ellos enorme y en la calle».

Jesús Hernández, miembro de la PAH, ha destacado que «esta es la tercera vez» que convocan la protesta y ha asegurado que seguirán «hasta que den su brazo a torcer».

Según ha explicado, la posición del banco ha cambiado con el tiempo: «De una negativa total pasaron a que ya van a estudiar la dación en pago y que incluso puede que estudien el alquiler en la misma vivienda».

Hernández ha manifestado que la presión ejercida ha sido clave para que la entidad financiera considere nuevas opciones, ya que «lo primero que nos pidieron fue que parásemos, que ellos pensaban que era mejor». Sin embargo, «nosotros, hasta que no tengamos una respuesta, no vamos a parar», ha afirmado.

Asimismo, ha resaltado que Fred cuenta actualmente con un empleo y «tiene una nómina que para los tiempos que corren es bastante decente», pero ha advertido de las dificultades para acceder a un alquiler en Iruñea.

«Nos da igual, además, que sea en su vivienda o en otra. A la familia no le importa tener que cambiarse de casa siempre y cuando tenga casa asequible, que lo pueda pagar», ha concluido.