
Israel ha retrasado el comienzo de las negociaciones sobre la segunda fase del alto el fuego acordado con Hamas en enero, cuyo inicio el acuerdo fijaba para hoy. El Gobierno israelí no enviará una delegación a Doha al menos hasta que Benjamin Netanyahu, regrese de su visita a Washington, donde mañana se reunirá con Donald Trump.
Según el diario israelí ‘Walla’, Netanyahu canceló en el último minuto la reunión que tenía prevista el sábado con los jefes del Mossad y del Shin Bet, y otros negociadores que en los últimos meses hablaron con los mediadores en Doha. El diario aseguró que no enviará una delegación hasta haberse reunido con Trump.
El dirigente de Hamas Mahmud Mardawi señaló a Efe que «Netanyahu y su equipo negociador están esperando a ver la posición de Trump y entonces harán un movimiento», y añadió que «estamos afrontando una etapa importante que debe poner fin a la guerra, completar la retirada (israelí), establecer el camino de la reconstrucción» en Gaza.
Netanyahu, que está ya en EEUU, donde permanecerá hasta el jueves, será el primer líder extranjero en visitar en la Casa Blanca al magnate, del que quiere lograr su apoyo total para «la victoria contra Hamas, el regreso de todos nuestros rehenes y la lucha contra el eje iraní».
Hoy abordará con el enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, «los pasos para avanzar en las negociaciones, incluidas las fechas para que las delegaciones salgan a las conversaciones».
El primer ministro de Qatar, Mohamed Bin Abdulrahman, pidió a las partes que se involucren en las negociaciones de la segunda fase: «Este es el único medio para lograr una solución a través del intercambio de rehenes y prisioneros y poner fin a la guerra».
El acuerdo de alto el fuego estipula que hoy las partes deberán negociar los términos de la segunda fase, por lo que cualquier retraso supondría una violación del acuerdo.
La segunda fase vuelve a estar caracterizada por el intercambio de prisioneros, junto a provisiones para garantizar una «calma sostenible» en el enclave y la retirada de todos los militares israelíes.
Según el Soufan Center, un grupo de expertos con sede en Nueva York, Trump aspira a mantener el alto el fuego tanto en Gaza como en Líbano, porque sus asesores creen que «la reanudación de los combates en Oriente Medio le impediría abordar sus prioridades más urgentes», como la inmigración ilegal desde México o la guerra entre Rusia y Ucrania.
«Trump quiere redirigir su prioridad hacia Asia-Pacífico», apunta David Khalfa, investigador de la Fundación Jean Jaurès en París. «Como sus predecesores, cree que primero debe estabilizar la región y crear una coalición antiraní con sus socios estratégicos», Israel y Arabia Saudí, y es probable, señala, que Trump intente arrancar concesiones a Netanyahu para que normalice las relaciones entre ambos.
«Si Trump le pide que haga concesiones a los palestinos para lograr la normalización entre Israel y Arabia Saudí, tendrá que elegir entre una relación privilegiada con el presidente de EEUU o mantener su coalición» de Gobierno, que depende de la extrema derecha, apunta Céline Touboul.
Israel expande sus ataques en Cisjordania
Mientras Hamas acusaba a Israel de incumplir el acuerdo de tregua por la «insignificante» ayuda humanitaria, medicinas, combustible y maquinaria pesada que está ingresando en la Franja, especialmente en el norte, y denunciaba un «crimen de guerra en toda regla» tras encontrar señales de graves maltratos en los prisioneros liberados, el Ejército israelí ampliaba su ofensiva en Cisjordania y extendía sus ataques a Tammun, de donde está expulsando a los palestinos para quedarse con sus viviendas, y al campo de refugiados de Far’a.
La Operación Muro de Hierro se ha centrado sobre todo en la ciudad y el campo de refugiados de Jenin, símbolo de la resistencia donde ayer Israel hizo saltar por los aires hasta 23 edificios, pero acabó por expandirse a Tulkarem antes de dirigirse a Tammun. Los soldados mataron ayer a Walid Lahlouh, de 73 años, en Jenin, y a un adolescente de 16 años en Hebrón.
En Cisjordania, soldados y colonos han matado a al menos 881 palestinos desde el 7 de octubre de 2023. En Gaza, Israel ha acabado con la vida de al menos 47.498 personas, y 10.000 más siguen bajo los escombros.

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