
El municipio granadino de Calahonda fue testigo este domingo de la plantación de un retoño del Árbol de Gernika en recuerdo a las víctimas que murieron en el episodio conocido como la ‘Desbandá/Huía’, considerada como la mayor masacre de civiles cometida por el franquismo durante la guerra del 36.
A principios de febrero de 1937, la población civil fue atacada por las tropas fascistas en la bautizada como «Carretera de la Muerte» –la N-340– cuando desde Málaga miles de personas huían del avance de las tropas franquistas entre los días el 7 y 10 de ese mes.
Diversas asociaciones memoralistas, con la colaboración de las Juntas Generales de Bizkaia y el ayuntamiento de Calahonda, plantaron un joven ejemplar del Árbol de Gernika coincidiendo con el 88 aniversario de este trágico episodio y dentro de un acto memorialista bautizado como «Árboles contra el olvido».
Según han informado las Juntas Generales de Bizkaia, el joven roble de metro y medio, que crecerá en el Parque de la calle Azahar de Calahonda, incluido en el término municipal de Motril (Granada), servirá para que no se olvide esa «masacre sobre la población civil andaluza que aconteció un par de meses antes del bombardeo de Gernika». Junto a él, un almendro florecerá todos los años para recordar también a las víctimas.
El acto de plantación comenzó a las doce del mediodía con un aurresku de honor interpretado por una compañera de un grupo memorialista vasco, a lo que siguió una actuación musical del grupo de chirigota Los Joyeros Gaditanos. El ejemplar había llegado días antes de un vivero foral, encargado de custodiar los descendientes del Árbol de Gernika.
A petición de la Asociacion 14 de abril para la recuperación de la memoria histórica de la costa de Granada y con la colaboración del colectivo memoralista de voluntariado Somos la Huía con implantación en todo el Estado, la Cámara vizcaina envió uno de estos ejemplares para honrar la memoria de las víctimas, retoño que llegó con el correspondiente Certificado de Autenticidad, un documento que acredita que el ejemplar plantado es descendiente directo del actual roble de la Casa de Juntas.
Junto al árbol, la asociación local 14 de Abril ha colocado una placa con la siguiente inscripción: «Árboles contra el olvido. Retoño del Árbol de Gernika, símbolo de la resistencia frente a la barbarie fascista. Este roble es un reconocimiento de Euskal Herria al dolor del pueblo andaluz que sufrió también la masacre contra la población civil que huía por la carretera N-340 de Málaga a Almería. Un almendro lo acompañará siempre, para dar testimonio con sus flores del recuerdo por cada una de las víctimas».
Las Juntas Generales de Bizkaia han señalado que, gracias al simbolismo del Árbol de Gernika, el parque de esta localidad, próximo a la «Carretera de la Muerte», recordará en el futuro la ‘Desbandá/Huía’, uno de los episodios «más cruentos y menos conocidos» de la guerra del 36.
Entre 3.000 y 5.000 muertos
La ‘Desbandá’ tuvo lugar entre el 7 y 10 de febrero de 1937, cuando miles de andaluzas y andaluces, en su mayoría niñas y niños, mujeres y personas mayores, emprendieron la huída desesperada por la carretera costera desde Málaga en dirección a Almería. Según han recordado las Juntas, en el camino les esperó un ataque orquestado y planificado por el teniente general Gonzalo Queipo de Llano, que contó con el apoyo de los fascistas italianos y alemanes, al igual de lo que pasó en distintas localidades de Bizkaia.
Durante tres días, la columna humana compuesta por miles de civiles (los datos de las últimas investigaciones han elevado ‘la Huía’ a 300.000 personas) fue acribillada por tierra, mar y aire en una acción conjunta de la Legión Condor alemana, la aviación italiana y los buques nacionales. A día de hoy se desconoce el número de personas fallecidas en la masacre. El historiador Paul Preston las cifró entre 3.000 y 5.000.

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