
El Alavés continuará a un punto del descenso y le aguardan siete jornadas de infarto. Los de Coudet no han podido sacar provecho ni del enorme trabajo desplegado, ni de haber contado con superioridad numérica durante más de media hora frente a un Real Madrid que, con el partido ante el Arsenal del próximo miércoles en el horizonte, ha tirado de individualidades para hacerse con los tres puntos.
A los anfitriones, que han realizado un gran despliegue físico, les ha penalizado que han carecido de la eficiencia ofensiva necesaria ante un rival de esas características. Han dispuesto de llegadas y ocasiones claras, tuteando en muchas fases a los blancos, pero a la hora de la verdad no han resultado eficaces.
El duelo, accidentado con las expulsiones de Mbappé (m.38) y Manu Sánchez (m.70), se ha resultado del lado merengue con un zurdazo de Camavinga desde la media luna en el minuto 34, después de que los visitantes hayan movido con rapidez el esférico para hilvanar esa jugada decisiva.
Eso sí, mordiendo y con una presión alta, la escuadra babazorra ha intentado atosigar todo lo que ha podido a su adversario desde el pitido inicial, peleando a muerte cada duelo y no permitiendo la salida controlada blanca desde atrás, ni la circulación fácil del esférico.
Con esa premisa de gran desgaste físico, los locales se han acercado a los dominios de Courtois, con un remate un tanto forzado de Abqar (m.3) y un intento de tiro colocado de Kike García que le ha salido excesivamente centrado y fácil para el guardameta merengue (m.14).
Claro que la escuadra madrileña, a la vista de la poca conexión entre líneas, se ha encomendado a la calidad de sus integrantes. Un gran envío largo a Güler que no ha sabido ni controlar ni rematar con eficacia (m.9), además de recibir un ligero toque de Owono –no ha sido considerado penalti–, y una jugada individual de Rodrygo que ha acabado en chut con la zurda (m.18) han metido el miedo en el cuerpo del animado graderío de Mendizorrotza.
Esa sensación se ha visto todavía más incrementada cuando Soto Grado ha dado validez a un autogol en el minuto 19 tras saque de esquina visitante. Afortunadamente para los intereses albiazules, el VAR ha corregido la decisión al apreciar cómo Rüdiger había molestado a Owono en su salida.
El toma y daca ha tenido su continuidad con un recorte dentro del área blanca y posterior remate con la zurda arriba de Kike García (m.27), pero quien sí ha golpeado, y duro, ha sido el Real Madrid por mediación de un Camavinga que se ha sacado un zurdazo desde la media luna, imposible de alcanzar para el arquero local (m.34).
Ha intentado reponerse el Alavés del mazazo con una internada de Vicente por la derecha, poniendo un centro chut que ha peinado Kike García y salido el cuero pegado al poste (m.36). Y, a renglón seguido, ha llegado la jugada fea del partido. A Mbappé se le han cruzado los cables y ha entrado con los tacos por delante a la tibia de Blanco, al que ha podido hacerle mucho daño. De la amarilla inicial, el VAR ha llamado a consultas al trencilla para que le mostrase una más que merecida roja (m.38).
Impotentes
Con dicha expulsión parecía que las cosas podían equilibrarse y el Alavés lo ha justificado durante el primer cuarto de hora de la reanudación, poniendo cerco a la meta madrileña, pero se ha quedado en eso, en un intento con sucesivos centros y remates que no han inquietado lo más mínimo a Courtois, pese a que Coudet ha optado por colocar un doble ariete para variar esa errada dinámica.
No ha sido posible. El reemplazo Toni Martínez y el incansable Kike García han puesto todo de su parte para equilibrar la contienda, pero no han dispuesto del necesario colmillo. Lo han intentado sobre todo a base de cabezazos, hasta que el número de jugadores sobre el campo se ha vuelto a igualar y las opciones babazorras se han visto seriamente mermadas.
Davide Ancelotti, sustituto en el banquillo de su sancionado padre, ha relevado a su delantera, dando entrada a Vinicius –recibido con la ya habitual dedicatoria de «balón de playa»– y Bellingham. Una arrancada del primero solo la ha podido parar Manu Sánchez con una falta que Soto Grado no ha pitado en un principio, pero luego le ha enmendado el VAR. Al ser el último jugador, el lateral zurdo ha visto el camino de vestuarios antes de tiempo.
A partir de ahí, el duelo se ha desmadrado, si bien las prestaciones locales han bajado muchos enteros. A la contra, el Real Madrid ha podido hacer mucho daño, disponiendo de inmejorables oportunidades para finiquitar el envite, pero el buen hacer defensivo –Brahim no ha rematado cómodo (m.87)– y una buena salida de Owono –Bellingham se han encontrado con el cuerpo del portero (m.89)– han impedido el segundo.
El desgaste físico ha ido pasando factura y el partido ha entrado en continuos parones y faltas, que se han cobrado un buen número de amarillas. Coudet ha intentado refrescar el resuello del equipo, pero ya ha resultado en vano y los tres puntos han volado de Mendizorrotza.
Ficha técnica:
Alavés: Owono, Tenaglia, Mouriño, Abqar (Diarra, m.76), Manu Sánchez, Blanco (Protesoni, m.83), Jordán (Guevara, m.76), Vicente, Martín (Martínez, m.60), Aleñà (Cabanes, m.83) y Kike García.
Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Asencio, Rüdiger, Fran García (Brahim, m.76), Tchouaméni, Valverde (Ceballos, m.92), Camavinga, Güler (Vinicius, m.62), Rodrygo (Bellingham, m.62) y Mbappé.
Árbitro: Soto Grande (colegio castellano-leonés). Ha expulsado a Mbappé (m.38) y Manu Sánchez (m.70). Ha amonestado a Jordán (m.42), Martín (m.55), Tenaglia (m.77), Camavinga (m.80), Lucas Vázquez (m.88), Vinicius (m.95), Courtois (m.97) y Mouriño (m.98).
Goles: 0-1, m.34: Camavinga se saca un zapatazo desde la media luna.
Incidencias: 19.438 espectadores en Mendizorrotza.

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