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Revelan que Osakidetza advirtió a un pediatra por visitar a una niña terminal fuera de horario

‘Echamos de Menos/Faltan Botatzen Dugu’ ha requerido más recursos para paliativos en Euskal Herria. Y en este contexto ha denunciado la advertencia desde Osakidetza a un pediatra que atendió a una niña en proceso final de su vida «fuera del horario oficial». El consejero ha hecho matizaciones.

Habitación de atención al cáncer infantil en Osakidetza.
Habitación de atención al cáncer infantil en Osakidetza. (Irekia)

La plataforma ‘Faltan Botatzen Dugu’, que incide en la cuestión de los cuidados paliativos, ha asegurado este lunes que Osakidetza ha amonestado a un pediatra que acompañó «durante semanas a una niña de 4 años en proceso de final de vida, con visitas de madrugada fuera del horario oficial», por «estar en la calle con recursos del hospital».

En una nota, esa plataforma ha advertido «la situación crítica de los cuidados paliativos en Euskadi» con «promesas incumplidas, falta de cobertura 24/7 y castigo a quienes cuidan con humanidad».

Según su versión, Osakidetza llamó la atención a un pediatra referente del único equipo de cuidados paliativos pediátricos domiciliarios al día siguiente del fallecimiento de la niña por haber «acudido en varias ocasiones» junto a su equipo al domicilio de la pequeña de madrugada «fuera del horario permitido» y se le recordó que si ocurriera algo no tendría cobertura legal.

«Tras 13 años atendiendo fuera de horario, muchas veces sin respaldo», el profesional ha asegurado sentirse «enfadado, rabioso y decepcionado», según ha recogido la plataforma, que ha concretado que unos 200 niños y niñas necesitan cada año cuidados paliativos pediátricos específicos en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Sin embargo, «solo existe un equipo domiciliario, en horario de mañana, sin cobertura 24/7. No hay equipos en los tres territorios ni red estructurada. No se han desarrollado protocolos pediátricos ni dotación interdisciplinar», han advertido.

El consejero Martínez sostiene que hubo solo un aviso desde la «supervisión de enfermería» y que el sistema funciona más allá de la unidad específica porque implica a 900 profesionales

 

En entrevista a Radio Euskadi, el consejero Alberto Martínez ha sido interpelado sobre el caso y ha hecho algunas matizaciones. Niega que hubiera una sanción o amonestación, pero sí reconoce que hubo un aviso desde la «supervisión de enfermería» por si en ese proceso de atención se produjera por ejemplo «un accidente».

Tomando una perspectiva general, Martínez ha defendido que «nosotros tenemos una unidad de paliativos de referencia que es el Hospital Universitario de Cruces, que este momento esta atendiendo a dos niñas y tenemos unidades que coordina tanto en Donostia como en Basurto como en otros hospitales. Y, además estas unidades se coordinan con los los niveles asistenciales de más proximidad. Solamente el año pasado más de 900 profesionales del área de pediatría se formaron en cuidados paliativos»

Preguntado sobre cómo puede estar la unidad disponible solo de 8.00 a 15.00, Martínez ha señalado que esa esa solo «la unidad de referencia, con personas de altísima cualificación», pero luego «tenemos ese tejido de 900 profesionales perfectamente coordinados, sin perjuicio de que cuando hay una necesidad concreta se busque una solución ad hoc. Existe un tejido estructurado y comunicado con las unidades de referencia, muy específicas, que marcan la dinámica de tratamiento». 

Horas más tarde, el Departamento de Salud ha insistido en una nota en que «no existe ninguna persona amonestada en el Servicio Público de Salud relacionada con el servicio público de paliativos de Euskadi».

Afirma que un mando de Enfermería de la OSI de Ezkerraldea Enkarterri-Cruces «previno a varios profesionales del riesgo de utilizar un vehículo corporativo del hospital sin previo aviso y fuera del horario de trabajo», y sostiene que «todo se reduce a la sugerencia de una correcta gestión en el uso de un vehículo fuera del horario de trabajo del profesional, sin previo aviso y sin dejar constancia».

«Se trata de una información preventiva en la gestión del uso de un vehículo corporativo encaminada a proteger la propia seguridad del trabajador, ante cualquier tipo de incidencia», indica la nota.

«Problema estructural»

Desde la plataforma denunciante, por contra, han añadido que el caso acontecido con ese pediatra «es el síntoma de un problema estructural: un sistema que castiga a quienes cuidan bien, que deja sin red a los más vulnerables y que no cumple lo que promete».

Ha pedido a Osakidetza «una rectificación pública del Departamento de Salud y el reconocimiento institucional del trabajo del equipo afectado».

La plataforma está conformada por una treintena de asociaciones, organizaciones y personas preocupadas por los cuidados en la etapa final de la vida. Alrededor de 22.000 personas de los tres herrialdes están en este periodo final «de intenso sufrimiento para los pacientes y sus acompañantes».

«Reivindicamos una mayor acción política y social para mejorar los cuidados de las personas en el final de su vida», concluye Faltan Botatzen Dugu.