La pastoral católica del sur del País Valencià se centra en Nafarroa y la Guardia Civil
José Ignacio Munilla ha calificado de «simplemente inmoral» el acuerdo que permitirá a Nafarroa asumir la competencia de Tráfico y que la derecha mediática y política ha presentado como una afrenta la Guardia Civil, un tema que parece alejado de la labor pastoral del sur del País Valencià.
José Ignacio Munilla dejó atrás la diócesis de Donostia para dirigirse a la de Oriola-Alacant, al sur del País Valencià. «D'allá on la terra mor», que cantaban los de Obrint Pas. De Alacant hay 665 kilómetros, según Google Maps. Está más al sur de Benidorm. La distancia, en cualquier caso, no ha sido obstáculo para que monseñor Munilla alerte de que la asunción de las competencias de Tráfico por parte de Nafarroa sea «simplemente inmoral». Así lo ha dejado ver en un mensaje en Twitter ilustrado con la foto de un atentado de ETA a un cuartel del instituto armado.
El hecho de que un Gobierno otorgue a los herederos políticos de una banda terrorista la capacidad de humillar a las que fueron sus víctimas, a cambio de su apoyo para mantenerse doce meses más en el poder, es simplemente inmoral… pic.twitter.com/7J6cLJ44OK
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) November 24, 2022
En su diócesis tienen problemas serios. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Alacant, gobernado por el PP y Ciudadanos, se ha sacado de la manga una ordenanza en la que multa a las personas sin techo que duermen en la calle. Es cierto que criticó la normativa, aunque también es verdad que aprovechó para arremeter contra la ley que prohíbe a los antiabortistas concentrarse ante las clínicas para amedrentar a las mujeres que acuden a ellas. El pasado 3 de noviembre se fotografió junto a una clínica para proclamar que «la ideología de género caerá como cayó el muro de Berlín».

Demanda histórica
En cualquier caso, parece que Munilla todavía tiene mucho que hacer en favor de los desamparados de su diócesis, pero el obispo ha preferido arremeter contra una reivindicación histórica del autogobierno navarro. Tan histórica que José María Aznar ya se la prometió a Miguel Sanz allá por el año 2000. Posteriormente, se lo prometieron a Uxue Barkos. Y luego a María Chivite. Ahora parece que llegará el 1 de marzo.
Pero no. Para Munilla desarrollar las competencias previstas en el Amejoramiento supone «otorgar a los herederos políticos de una banda terrorista la capacidad de humillar a las que fueron sus víctimas, a cambio de su apoyo para mantenerse doce meses más en el poder, es simplemente inmoral». El prelado obvia que los agentes del instituto armado continuarán en Nafarroa realizando otras labores y que los destinados en tráfico podrán pasarse a la Policía Foral o trasladarse a otros territorios. Muy lejos, por tanto, del fin del mundo que anticipan algunos para el 1 de marzo si finalmente Madrid cumple con su palabra, que visto los antecedentes habrá que verlo.
De este modo, Munilla ha asumido la agenda de la derecha española contra un apartado del acuerdo alcanzado por EH Bildu con el Gobierno español para aprobar los presupuestos, que incluyen beneficios sociales. Incluso para aquellos vecinos de su diócesis afectados por la ordenanza de Alacant.