Israel amenaza con una ofensiva aún «mayor» sobre Gaza
Israel ha amenazado con «extender su actividad con una acción aún más enérgica» en Gaza si Hamas y las otras milicias palestinas no liberan a los israelíes que siguen cautivos en el enclave, en una jornada en la que volvió a matar a decenas de personasy ordenó nuevas evacuaciones.
El Ejército israelí insistió ayer en la amenaza de que si Hamas y el resto de facciones palestinas no liberan a los cautivos, intensificará la ofensiva que lleva a cabo en la devastada Gaza, donde ha matado ya a al menos a 51.355 personas -el 70% de ellas mujeres y menores edad-, a las que habría su sumar las más de 10.000 aún desaparecidas.
Los ataques israelíes acabaron ayer con la vida de al menos 59 personas, mientras el Ejército pedía a los residentes de las localidades de Beit Hanun y Sheikh Zayed, en el noroeste del territorio, que evacuaran el lugar antes de «un poderoso ataque» contra un lugar de «actividades terroristas».
La ONU ha advertido de que las crecientes órdenes de evacuación de Israel en Gaza están dando lugar a un «traslado forzoso» de personas a zonas cada vez más reducidas. Sus agencias de ayuda estiman que la gran mayoría de los 2,4 millones de residentes de Gaza han sido desplazados al menos una vez desde que comenzó la ofensiva israelí.
En la región de Yabalia, en el norte del enclave, Israel mató a doce personas de una misma famila al bombardear su vivienda y a otras nueve en un ataque contra una antigua comisaría de Policía. El Ejército israelí confirmó un ataque en ese sector contra, con su retórica habitual, un «centro de mando y de control» de Hamas, pero no especificó si este apuntaba contra la comisaría.
En la ciudad de Gaza, una pareja y sus cuatro hijos murieron cuando un bombardeo alcanzó su casa. Un familiar, Nidal al-Sarafiti, contó que el ataque se produjo mientras dormían. «¿Qué puedo decir? La destrucción no perdona a nadie», declaró a AFP.
Ahmed Arar, miembro de los equipos de rescate en la ciudad de Gaza, señaló que tras el ataque había «grandes cantidades de partes de cuerpos y restos», incluidos los de varios niños. «Solo quedan manos, piernas y cabezas. Están todas cercenadas y destrozadas», declaró a Al-Jazeera.
Otros bombardeos mataron a al menos 21 personas, en Jan Yunis, en el sur de la Franja; Zuwaida, en el centro, y en la ciudad de Gaza.
«Uno por uno, vamos cayendo como mártires, nos han hecho trizas. A sus hijos y a ella los mataron, los redujeron a pedazos», comentó Rania al-Jumla refiriéndose a su hermana, muerta en un bombardeo.
Entre las víctimas mortales de ayer se encuentra otro periodista, Sayed Abu Hasanein, de Radio Al-Aqsa, cuya muerte se suma a las de al menos 232 reporteros a los que Israel ha matado durante su ofensiva contra Gaza.
Las autoridades gazatíes informaron, además, de que el hospital infantil Mártir Mohammed al-Durra, al este de Ciudad de Gaza, quedó fuera de servicio después de que hace dos días un ataque israelí golpeara la parte superior del edificio, dañando la unidad de cuidados intensivos y destruyendo el sistema de paneles de energía solar de la instalación. 37 de las 50 infraestructuras sanitarias, incluidos centros de salud, existentes en la Franja están inoperativos.
«Significativa y enérgica»
Sin embargo, para Israel nada es suficiente, y mientras el Ejército continúa cerrando cruces fronterizos vitales por octava semana consecutiva, negando el ingreso de ayuda humanitaria muy necesaria, incluidos suministros médicos y combustible y empeorando una crisis humanitaria ya profunda en medio de incesantes bombardeos, el jefe de su Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, amenazó con que «si en un futuro próximo no vemos avances en el retorno de los secuestrados, ampliaremos nuestra actividad con una acción aún más significativa y enérgica».
Zamir visitó ayer la zona de Rafah, en el sur de la Franja y donde el Ejército ha centrado parte de sus ataques en las últimas semanas tras haberla arrasado hace unos meses. De hecho, Israel ha creado aquí el corredor Morag, que discurre de este a oeste de la Franja de Gaza y divide el enclave entre Rafah y Jan Yunis, dos de las principales ciudades.
«Seguimos ejerciendo presión operativa y apretando el cerco sobre Hamas tanto como sea necesario (...) Hamas es responsable de haber iniciado esta guerra, ahora retiene cruelmente a los rehenes y es responsable de la difícil situación de la población de Gaza», afirmó el jefe militar.
De hecho, señaló que Hamas «se equivoca» al analizar las «capacidades, intenciones y determinación» de las Fuerzas Armadas israelíes.
Apoyo de EEUU
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, escribió en redes sociales que los principales legisladores republicanos de EEUU, sin precisar quiénes, apoyan el bombardeo de «depósitos de alimentos y ayuda» en Gaza, tras asegurar que se reunió con «altos funcionarios» del Partido Republicano» en la propiedad de Mar-a-Lago del presidente estadounidense Donald Trump, informó Al-Jazeera.
«Expresaron su apoyo a mi postura muy clara sobre cómo actuar en Gaza y a que los depósitos de alimentos y ayuda deben ser bombardeados para crear presión militar y política para traer a nuestros rehenes a casa sanos y salvos», publicó Ben Gvir en X en hebreo.
Ayer, cientos de manifestantes propalestinos protestaron en el campus de la Universidad de Yale, en New Haven, contra la visita de Gvir, que dio un discurso en la sede de Shabtai, una sociedad judía cuya sede está en el campus pero que no está oficialmente afilada al centro de la Ivy League.
Cuando abandonaba el centro, los manifestantes, que exigieron libertad para Palestina, lanzaron botellas de agua contra el ministro israelí, que respondió realizando el símbolo de la victoria con la mano.