NAIZ

El apartheid de clase

Empleadas domésticas argentinas denuncian que no les dejan subir a los autobuses en los que viajan los propietarios. 

 Los autobuses que recorren Nordelta no dejan entrar a empleadas domésticas.
Los autobuses que recorren Nordelta no dejan entrar a empleadas domésticas.

Empleadas domésticas de Nordelta, zona norte del aglomerado Gran Buenos Aires, denuncian ser discriminadas por los vecinos y las vecinas que nos le dejan subir a los autobuses que recorren este barrio. Las mujeres decidieron hacer un corte de carretera como protesta por la discriminación, como recogen algunos medios argentinos.

Al parecer, los propietarios de las viviendas de esta zona presentaron firmas para solicitar no viajar junto a las empleadas domésticas. «Las patronas afirman que no querían viajar con nosotras por nuestra forma de vestir, porque hablamos mucho de nuestra vida cotidiana, porque algunas hablan guaraní y porque tenemos mal olor», denunciaba una empleada al diario argentino ‘Página 12’.

Las mujeres aseguraron que deben esperar a vehículos destinados especialmente para ellas, que tardan en llegar más de 40 minutos, y que llegan atestados de gente.