La multinacional sueca Ikea se ha convertido en una «amenaza para la civilización». Así lo considera el Gobierno polaco después de que la firma sueca despidiera a un empleado por difundir comentarios homófobos entre sus compañeros de la compañía durante un evento corporativo de solidaridad con la comunidad LGTBI.

«Es una amenaza para la civilización, no solo para Polonia o Europa, sino para toda la civilización basada en el cristianismo». La cita es de Jaroslaw Kaczynski, el líder del PiS (siglas polacas de Ley y Justicia). El Ejecutivo conservador ha pedido además a los fiscales estudiar si Ikea discrimina a los católicos.

Después de que la compañía invitara a participar en un acto en favor del colectivo LGTBI a los trabajadores de la tienda de Ikea en Cracovia, el empleado, que fue despedido después, envió el siguiente mensaje a sus compañeros:«Si algún hombre se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre».

La cita de la Biblia no sentó bien al resto de compañeros y lo denunciaron ante recursos humanos, lo que llevó a la firma sueca a despedir al empleado.

Este incidente se produce semanas después de que Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido gobernante, apuntara en plena campaña de las elecciones europeas del mes pasado que el avance en los derechos de los homosexuales es un «grave peligro para las familias de Polonia y el futuro de la Unión Europea».

Tras el debate generado, ha habido llamamiento a boicotear a la cadena de muebles, mientras que desde los medios conservadores se afirma que la firma sueca «censura la Biblia y que promueve el extremismo y la intolerancia religiosa».