La sede donostiarra de la Orquesta Sinfónica de Euskadi ha acogido este mediodía un experimento poco habitual: mezclados entre los 90 músicos, periodistas y gráficos de catorce medios han podido vivir en directo el último ensayo, previo al ensayo general, del programa con el que la OSE cierra su temporada de abono 2011/2012.

La obra elegida, partes del musical ‘West Side Story’, un clásico del siglo XX. La iniciativa de vivir la orquesta en dolby surround ha partido de su director titular, Andrés Orozco-Estrada (Medellín, 1977), en un intento de dar a conocer mejor la orquesta al público.

Aunque en algunos teatros, como en el Palau de Barcelona, un número muy reducido de afortunados espectadores puedan seguir los conciertos desde asientos colocados junto al escenario, estar sentados entre los propios músicos, escuchar sus bromas, comprobar que algunos instrumentos se escuchan más –o menos– dependiendo del lugar donde uno esté sentado y, en suma, hallarse dentro de ese microcosmos sonoro que es una orquesta es todo un regalo, como apuntaban casi por unanimidad los asistentes a esta experiencia.

Los conciertos con los que se cierra esta temporada, y que tendrán lugar mañana y pasado en el Auditorio Kursaal de Donostia, se engloban bajo el título ‘Danzas y gitanerías’ y reúnen argumentos de peso: se abren con ‘El sueños de un bailarín’ o el homenaje al maestro Escudero en el centenario de su nacimiento; ‘Tzigane’, de Ravel, ‘Introduction et Rondo Capriccioso’, de Saint-Saëns y ‘Fantasía sobre Carmen’, de Bizet, a través de la violinista Leticia Moreno, aclamada en su debut junto a la Orquesta en 2010; y para terminar, las danzas sinfónicas ‘West Side Story’, de Bernstein.