David LAZKANOITURBURU
EL CAIRO

Desafío de los militares egipcios a dos días de las presidenciales

El Tribunal Constitucional egipcio ha fallado que algunas de las leyes que rigieron las elecciones parlamentarias de este año son anticonstitucionales y ha decidido anular una tercera parte de los escaños de la Asamblea Popular, por lo que la Cámara Baja del Parlamento deberá quedar disuelta.

El Tribunal Constitucional egipcio –léase la Junta Militar en el poder tras la caída de Mubarak– ha invalidado las elecciones legislativas del pasado año y ha dado su bendición a la candidatura del último primer ministro del derrocado, Ahmad Shafiq.

El movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, que venció en los comicios y cuenta con una mayoría de dos tercios en el Parlamento si le sumamos los escaños del partido salmista, ha denunciado un golpe de Estado en toda regla.

El alto tribunal ha hecho pública esa decisión a dos días de la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia, en la que medirán sus fuerzas Shafiq y el candidato de los hermanos musulmanes, Mohamed Mursi, quien ha logrado concitar el apoyo de buena parte de los sectores revolucionarios en su lucha contra el representante del viejo régimen.