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BOGOTÁ

El Senado de Colombia aprueba el Marco Jurídico para la Paz

El Senado de Colombia ha aprobado en su último debate el marco legal para la paz, que hace posible una negociación con las organizaciones armadas del país y que los desmovilizados formen partidos políticos, aunque sin tener el derecho a ser elegidos para los cargos públicos.

Concentración de diversos colectivos para exigir al Gobierno colombiano que ponga en valor las iniciativas populares en favor de la paz. (Eitan ABRAMOVICH/AFP PHOTO)
Concentración de diversos colectivos para exigir al Gobierno colombiano que ponga en valor las iniciativas populares en favor de la paz. (Eitan ABRAMOVICH/AFP PHOTO)

El marco legal ha sido aprobado en el Senado con 70 votos a favor y cinco en contra. Una ley posterior «regulará cuáles serán los delitos considerados conexos al delito político para efectos de la posibilidad de participar en política», según ha informado la emisora colombiana Radio Caracol.

El ponente del proyecto, el oficialista Roy Barreras, ha afirmado que esta norma «garantiza justicia y verdad para las víctimas y abre un camino de transición para eventuales desmovilizaciones futuras (de personas alzadas en armas), para que los colombianos violentos puedan reintegrarse social y políticamente».

Ha explicado que «los miembros de grupos armados ilegales que no sean los máximos responsables de delitos de lesa humanidad podrán tener vocería política independiente de la jerarquía porque, por supuesto, se trata de cambiar las balas por palabras».

Para que la norma entre en vigor debe ser sometida antes a una sesión de conciliación, prevista para el martes próximo, con la Cámara de Representantes, que ya había dado luz verde a la norma.

Después, el presidente Santos ratificará el llamado Marco Jurídico para la Paz y así formará parte de la normativa jurídica colombiana durante sus cuatro años de vigencia, según se determinó en el último debate.

El texto consta de cinco artículos «que ahora modificarán a algunos artículos actuales de la Constitución», ha detallado Barreras para dejar claro que esta norma jurídica no derivará en impunidad, ya que los casos graves de violaciones serán juzgados y condenados.

Según el texto aprobado por el Senado, para aplicarlo antes las guerrillas deben liberar a todos los secuestrados y el Gobierno tendrá que considerar si se cumplen las condiciones para iniciar un proceso de paz.

Entonces el Gobierno presentará al Congreso un primer proyecto de Ley y la Cámara Alta dispondrá de cuatro años para expedir las leyes que regulen la desmovilización de los alzados en armas.

Entre los aspectos que contempla la nueva norma está que «no podrán ser considerados conexos al delito político aquellos que adquieran la connotación de crímenes de lesa humanidad y genocidios cometidos de manera sistemática», según Barreras.

De este modo, «no podrán participar en política ni ser elegidos quienes hayan sido condenados y seleccionados por estos delitos», ha agregado.

Así, el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverry, ‘Timochenko’, no podrá ostentar cargo público alguno en caso de desmovilizarse.

Con el total respaldo del Gobierno y la mayoría de las fuerzas políticas, el Marco Jurídico para la Paz ha cosechado, sin embargo, críticas dispares, como las de los más conservadores, entre ellos el expresidente Álvaro Uribe.

En el otro extremo también lo han cuestionado organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional, que han alertado de la eventual impunidad que puede traer este marco jurídico.

Las principales organizaciones armadas del país, las FARC y el ELN aún no se han pronunciado al respecto.