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Asunción

Insulza viaja a Paraguay con una misión de la OEA para analizar la destitución de Fernando Lugo

El presidente del Gobierno interino, Federico Franco, ha negado la «ruptura del orden democrático», mientras Fernando Lugo ha afirmado en una entrevista que fue destituido por negarse a repartir puestos entre partidos.

El presidente interino de Paraguay, Federico Franco. (Norberto DUARTE /AFP)
El presidente interino de Paraguay, Federico Franco. (Norberto DUARTE /AFP)

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, ha viajado este domingo a Paraguay encabezando una misión que se encargará de analizar la crisis política desatada por la destitución de Fernando Lugo como presidente de esa nación sudamericana.

Insulza sostendrá «reuniones con las más altas autoridades de los poderes del Estado, con el expresidente Fernando Lugo, así como con otros actores políticos», informa la OEA en un comunicado.

La visita tiene un «carácter informativo» y se espera que cuando Insulza regrese a Washington presente un informe con las conclusiones de su trabajo ante el Consejo Permanente de la OEA.

El presidente del Gobierno interino, Federico Franco, ha señalado que la misión «podrá comprobar que no existe tal ruptura ni amenaza de ruptura en el orden democrático».

«El Gobierno asegurará a la misión de la OEA todas las facilidades que requiera para el cumplimiento de su cometido. Hará lo mismo con las misiones que quieran enviar otros organismos internacionales con los que tenga vinculación Paraguay», ha resaltado.

Explicaciones de Lugo

Por su parte, el presidente destituido, Fernando Lugo, ha afirmado que su «gran equivocación fue confiar en los políticos tradicionales» y ha señalado que le sacaron del Gobierno por negarse a repartir puestos entre las distintas formaciones, en una entrevista publicada hoy por el diario argentino Clarín.

«¿Qué quieren los partidos políticos? Quieren puestos y yo les decía no; el Estado no es una torta que se reparte», ha explicado. Lugo ha denunciado que la política tradicional en Paraguay es clientelar y su Gobierno «quiso romper ese orden y hacer políticas sociales, lo que molestó».