El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha cesado este domingo a la cúpula del Ejército y ha restaurado los poderes presidenciales inicialmente restringidos por la enmienda constitucional introducida por los militares el pasado 17 de junio, justamente el último día de votación de los comicios que convirtieron a Mursi en el primer presidente civil democráticamente electo de la historia del país.
Mursi ha decretado que el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) y ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantawi, y el jefe de Estado Mayor del Ejército, Sami Enan, deberán abandonar sus puestos y jubilarse de sus cargos.
Ambos han sido nombrados asesores presidenciales y se les ha concedido la Medalla del Nilo, la más alta condecoración militar del país.
Mursi ha elegido como nuevo ministro de Defensa a Abdelatif Sisi. El general Sidki Sobhi ejercerá como nuevo jefe del Estado Mayor.
El presidente también ha anunciado un tercer nombramiento: el de vicepresidente del país, cargo que asumirá el hasta ahora vicepresidente del Tribunal de Casación, segunda máxima instancia judicial del país, Mahmud Meki.
Mursi también ha derogado por decreto la enmienda a la Declaración Constitucional aprobada el pasado 18 de junio por el CSFA, quien hasta la elección de Mursi asumió las funciones presidenciales. Esta enmienda limitaba las competencias de la Presidencia y daba al Ejército una amplia independencia.