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KABUL

Karzai repulsa el ataque de la OTAN en Laghman y ordena investigar los hechos

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha condenado la muerte de ocho mujeres afganas en el bombardeo perpetrado el sábado por la OTAN sobre la provincia de Laghman (este), y ha ordenado crear una comisión especial para investigar los hechos.

Dos de los heridos en el bombardeo de la OTAN, en un hospital de Laghman. (Noorullah SHIRZADA/AFP PHOTO)
Dos de los heridos en el bombardeo de la OTAN, en un hospital de Laghman. (Noorullah SHIRZADA/AFP PHOTO)

El palacio presidencial ha informado de que Karzai, quien ha expresado su repulsa al ataque de las fuerzas de la OTAN, ha creado una comisión especial para que visite la zona e investigue en profundidad lo ocurrido, con el mandato de presentar sus conclusiones lo antes posible, según la agencia de noticias Pajhwok.

En total, ocho mujeres han muerto y al menos cinco personas más han resultado heridas por un bombardeo efectuado por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) en la provincia de Laghman.

Cientos de residentes en el valle de Noorlam, donde se ubica Alingar, se habían concentrado el domingo para protestar contra la presencia de las tropas extranjeras en el país centroasiático y criticar al Gobierno de Karzai.

No obstante, la manifestación se suspendió después de que el gobernador de Laghman, Iqbal Azizi, prometiera que las autoridades afganas llevarían a cabo una investigación de lo ocurrido.

El pasado jueves, el mando de las fuerzas de ocupación en Afganistán anunció un descenso del 53% en las bajas civiles causadas por sus operaciones durante los nueve primeros meses de 2012 respecto al mismo periodo del año pasado.

Cada año mueren en Afganistán miles de civiles víctimas del conflictos, la mayoría por acciones de la insurgencia talibán, según datos oficiales, pero las víctimas mortales causadas por la OTAN han suscitado fuertes tensiones con las autoridades afganas.

A mediados de junio, el presidente afgano, Hamid Karzai, llegó a decir que los bombardeos de la OTAN en áreas residenciales estaban «completamente prohibidos», incluso en el caso de que sus tropas fueran objeto de ataque.

Según la ONU, en 2011 perdieron la vida 3.021 civiles en incidentes violentos en el país centroasiático, la cifra más alta desde que empezara a contabilizar este tipo de datos hace cinco años.