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RÍO DE JANEIRO

Muere a los 104 años el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer

El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, un revolucionario de la arquitectura mundial, ha fallecido en Río de Janeiro diez días antes de cumplir 105 años, dejando un inmenso legado artístico repartido por todo el mundo.

Oscar Niemeyer, durante su 102 cumpleaños. (Vanderlei ALMEIDA/AFP)
Oscar Niemeyer, durante su 102 cumpleaños. (Vanderlei ALMEIDA/AFP)

El renombrado artista Oscar Niemeyer ha fallecido esta noche en Río de Janeiro, a punto de cumplir 105 años, a causa de una infección respiratoria, según ha informado el Hospital Samaritano, donde estaba ingresado desde el pasado 2 de noviembre a causa de problemas gástricos que se agravaron en los últimos días con otras complicaciones propias de su avanzada edad.

«No le gustaba hablar de su salud... Nunca habló de muerte, solo hablaba de vivir. El equipo médico tenía la esperanza, pero había la fragilidad de un señor de 104 años», ha declarado el doctor Fernando Gjorup, quien en los últimos 15 años fue su médico de cabecera y el responsable de dar los partes diarios durante su hospitalización.

Nacido el 15 de diciembre de 1907 en Río de Janeiro, Niemeyer ha perdido este año a su única hija, Ana María, fallecida a los 82 años en el mismo hospital.

El arquitecto, padre de los principales edificios públicos de Brasilia, la ciudad que ayudó a crear en medio de la nada a mediados del siglo pasado junto con el urbanista Lucio Costa para ser la nueva capital del país, se mantuvo lúcido casi hasta el final y solo fue sedado ayer por la tarde, cuando su estado se agravó por una infección respiratoria, según Gjroup.

El fallecimiento de Niemeyer ha sido lamentado de inmediato por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien ha afirmado en una nota oficial que «Brasil ha perdido hoy uno de sus genios»

«Niemeyer fue un revolucionario, el mentor de una nueva arquitectura, bonita, lógica y, como él mismo definía, inventiva", ha declarado Rousseff en una nota divulgada por el Palacio de Planalto, sede de la presidencia y una de las obras diseñadas por Niemeyer.

En ese palacio será velado mañana a propuesta de Rousseff, quien ha hecho el ofrecimiento a su familia. Las autoridades de Río de Janeiro han decretado tres días de luto oficia.

El calificativo de revolucionario le cabe a Niemeyer no solo por los innovadores diseños de sus obras, en los que daba vida al concreto armado con trazos sinuosos inspirados en las curvas femeninas, sino también por su militancia comunista, que le llevó al exilio político en los años 70, durante la dictadura militar brasileña.

Además de los principales edificios públicos de Brasilia, como los palacios presidenciales de Planalto y da Alvorada, la sede del Senado y la Cámara de Diputados, Niemeyer dejó su inigualable trazo de curvas en obras como la sede del Partido Comunista Francés (París) y la mezquita, el centro cívico y la universidad de Argel, la Casa de la Cultura (Le Havre, Francia) y la Universidad de Constantina (Argelia).

También diseñó el edificio de la editorial Mondadori (Milán), el Parlamento Latinoamericano (Sao Paulo), la sede de la Fundación Luso-Brasileña para el Desarrollo del Mundo de la Lengua Portuguesa (Lisboa), el Centro Cultural Internacional en Avilés (Estado español), y hasta el sambódromo de Río de Janeiro, el templo del carnaval carioca, entre otras obras.

Por sus obras recibió numerosas distinciones y premios como el Pritzker de Arquitectura, del Instituto de Arte de Chicago (1988); el Lenin (1963); el Benito Juárez (1964); el Juliot Curie (1965), y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1989).

A pesar de los quebrantos de salud propios de su avanzada edad, Niemeyer se mantuvo activo casi hasta el final de sus días y en su estudio situado frente al mar azul, en el barrio de Copacabana, supervisaba los proyectos encomendados a su escritorio y participaba en los diseños.

Sus ideas las plasmaba también en la revista ‘Nosso Caminho’ (Nuestro Camino), que publicaba periódicamente, y en las charlas que en los últimos años ocupaban sus tardes de los martes para debatir sobre filosofía y cosmología con sus amigos.