JOSEBA VIVANCO

Vascos y bolivianos prometen intensidad en su vuelta a Anoeta

Parafraseando a Eduardo Galeano, hoy no juega nuestra selección, hoy jugamos todos. Nueva cita de la Euskal Selekzioa, ante la Bolivia de Azkargorta. Y el resultado, sí que importa.

Varios jugadores de la Euskal Selekzioa durante el entrenamiento de ayer. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)
Varios jugadores de la Euskal Selekzioa durante el entrenamiento de ayer. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)

Como ‘El Almendro’, la Euskal Selekzioa vuelve por Navidad y, a pesar de las notables ausencias que Mikel Etxarri y José Mari Amorrortu presentarán en el regreso a Anoeta -a las de última hora de Amorebieta, Illarramendi y Barkero hay que sumar las de jugadores destacados del Athletic como Muniain o Iturraspe, la del navarro del Bayern Javi Martínez o la de jugadores de la Premier League como Arteta o Azpilikueta-, un plantel con futbolistas de la talla y el estado de forma actual de Iñigo Martínez, Iraola, Xabi Alonso, Beñat, Xabi Prieto, Susaeta o Aduriz no desmerecen lo más mínimo. Es más, ausentes y presentes no hacen sino confirmar el potencial balompédico de una hipotética selección vasca en el concierto europeo.

Pero por ahora habrá que conformarse con la Bolivia del ‘Bigotón’ Xabier Azkargorta, quien, en contra de lo pensado, no será el único superviviente esta noche de aquel partido de hace 19 años también en Anoeta.

El veterano golero boliviano de apellido vasco, Sergio Galarza, formó parte de aquella expedición, si bien ocupó puesto en la banqueta, suplente del portero titular. Hijo de otro histórico arquero del país, recordaba estos días cuando en casa escucharon por televisión la convocatoria de ‘Galarza’ para formar parte de aquel amistoso en Donostia y pensaron que se trataba del cabeza de familia, cuando la sorpresa fue que el llamado por Azkargorta era el propio Sergio, que por entonces contaba con solo 18 años.

El conjunto sudamericano llega a la capital donostiarra con tres o cuatro ausencias también destacadas, alguna de muy última hora, pero para los ‘verdes’ se trata de una aceptable prueba para el compromiso mundialista que en marzo les medirá a Colombia como visitante, de ahí que el sistema que vaya a disponer sobre el césped será, en principio, un 5-3-2, donde destacan el carrilero Bejarano, el mediocampista Veizaga, la velocidad de Peña, el peligro en las faltas de Mojica y el olfato goleador del veterano ‘9’ Saucedo, autor de cuatro de los últimos cinco goles de su selección. «Un equipo apañado, ordenado y fuerte a balón parado», resaltaba ayer Mikel Etxarri del rival.

Los jugadores bolivianos tienen una motivación extra -además de agradar a su técnico-, como es que prácticamente para todos ellos será la primera ocasión de jugar en Europa -a excepción de Vicente Arze, que venía jugando en el fútbol belga y acaba de fichar por el Esteghal iraní-, lo que para alguno puede significar un buen escaparate.

«Si tengo la suerte de entrar, por supuesto que daré lo mejor de mí, porque ¿qué jugador no quiere mostrarse en una vitrina tan importante», declaraba reflejando su ilusión el volante de contención Alejandro Meleán.

«Tenemos grandes jugadores»

«Ambiente festivo hasta que el árbitro pite el comienzo», reivindicaba ayer la seriedad del choque, tras el entrenamiento vespertino, el capitán realista Xabi Prieto, opinión que coincidía con la que poco después expresaba el técnico de Bolivia, Xabier Azkargorta, para quien «ya no hay partidos amistosos; hay partidos oficiales y no oficiales», por lo que para hoy esperaba un choque «muy intenso, con dos equipos que van a querer hacer un buen fútbol».

A ello se prestarán los futbolistas de la tricolor, que tratarán de reivindicar un colectivo que sobre el papel se antoja competitivo. «Queremos demostrar al mundo que tenemos grandes jugadores», enfatizó José Mari Amorrortu, entre ellos, el tolosarra Xabi Alonso, cuya disposición siempre a estar en esta cita anual fue remarcada y alabada ayer por el propio Etxarri.

Veteranos con la selección, novatos que debutarán, pero todos quieren más. «Nos gustaría jugar más partidos, pero esos pasos no dependen de nosotros; nosotros lo que debemos demostrar es que tenemos una selección con mucho potencial», manifestó Xabi Prieto. Sobre el tapete, los vascos deberán demostrar esa calidad y sobreponerse a la falta de conjunción.

Habrá que aguardar al once inicial que pongan en liza los técnicos de la Euskal Selekzioa, al carrusel de cambios posterior, al ambiente que haya en las gradas y, sobre todo, a recuperar la senda del triunfo que se truncó el año pasado ante Túnez.