El festival, toda una fiesta participativa –el año pasado participaron 2.500 personas, que crearon 214 actividades– se extiende más allá de la capital guipuzcoana y destaca por su carácter de encuentro entre los diferentes colectivos de la ciudad.

Este año coincide con los actos del Bicentenario de Donostia 1813-2013, una fecha que, además, les sirve como una metáfora: hace doscientos años la ciudad fue levantada de nuevo tras su destrucción, ahora, en estos tiempos de crisis económica y de valores, con la materia prima de la cultura en la mano, «el verdadero desafío es conseguir que el trabajo y lo que surja del proceso, las transformaciones que se generen hasta entonces, queden como legado y que se logre, aunque sea sin el títulos, sigamos siendo una capital cultural de Europa más allá del 2016».

El director de proyectos de Donostia 2016, Igor Otxoa, el responsable de la unidad de música de Donostia Kultura, Miguel Martín, y la encargada del apartado de fiestas del organismo, Mariaje Torres, han presentado esta mañana la cuarta edición de Olatu Talka.

El plazo para presentar los proyectos queda abierto desde hoy hasta el 15 de febrero, y todos aquellos que deseen dar a conocer su propuesta pueden hacerlo a través de la web www.olatutalka.eu, tras lo cual se comenzará con el borrador del programa, del que habrá versión definitiva a finales de marzo.

Entre las novedades de esta edición, se buscará una colaboración entre agentes profesionales y amateurs. Como ha apuntado Miguel Martín, Donostia Kultura trabajará en propuestas y proyectos que aúnen la participación entre agentes de la cultura «con cierta experiencia» y los aficionado con actividades como, una que tienen sobre la mesa, que busca involucrar a un compositor y a un músico para que, con sus composiciones y arreglos, aglutinar a un grupo amplio de instrumentistas y sacar el proyecto a la calle.