Ramón Sola
Donostia
Elkarrizketa
Mertxe Aizpurua
Presidenta de Udalbiltza

«Nos toca crear estructuras prácticas para superar la desestructuración del país»

La dirección de la reorganizada Udalbiltza se reunirá por vez primera este sábado, una semana después del acto del Victoria Eugenia, que situó a la alcaldesa de Usurbil, Mertxe Aizpurua, al frente de la institución.

Mertxe Aizpurua. (Jon URBE/ARGAZKI PRESS)
Mertxe Aizpurua. (Jon URBE/ARGAZKI PRESS)

Mertxe Aizpurua no estaba en la arena política cuando surgió Udalbiltza, en 1999 [era directora de GARA]. ¿Qué impacto tuvo aquel acontecimiento en su caso personal, y qué cree que supuso para el país?
Lo recuerdo como algo muy importante. Estuve en aquel acto del Euskalduna junto a Carmen Lira, directora de ‘La Jornada’, que estaba de visita en Euskal Herria. Y lo rememoro con mucha emoción, especialmente porque era un encuentro entre todos los vascos que creemos en esta nación. El arranque de Udalbiltza fue la primera expresión visual de aquello y ocurrió en un marco grandioso como es el Euskalduna. Sin duda, ha quedado para la posteridad como un hecho muy emotivo

En el discurso del sábado recordó a Fortunato Agirre y a José Luis Elkoro, dos alcaldes pioneros, ¿por qué?
En nuestra forma de ser, históricamente está muy imbricado el tema de los ayuntamientos y los electos municipales. Es una característica que tiene mucho que ver con nuestra forma de actuar. Los electos municipales han tomado parte en construir nación siempre que han tenido oportunidad para ello. Fortunato Agirre auspició aquella reunión de alcaldes de Lizarra que dio impulso al Estatuto en 1931. Y José Luis Elkoro hizo una gran labor y puso cara a todo un movimiento de alcaldes que reivindicaba también nuestro derecho a ser, en 1976. En otros sitios, la labor de los alcaldes y concejales se ha circunscrito al municipalismo, pero aquí siempre ha habido una tendencia a actuar desde los pueblos para ir haciendo país. Así que quería reflejar que hay eslabones diferentes, pero que forman parte de una misma cadena.

Por cierto, tanto Agirre como Elkoro, y posteriormente Loren Arkotxa [presidente de Udalbiltza hasta la redada de 2003], terminaron represaliados de una u otra forma. No quiere decir que vaya a pasar ahora también, pero sí denota que presidir Udalbiltza no es un cargo cómodo precisamente...
Sí, porque lo que reivindicas con tu labor es estructurar algo que el dominante no quiere que se estructure, y que por eso identifica siempre en clave de desafío. Así ha ocurrido hasta ahora, pero esperemos que esta cadena sí que se rompa en algún momento (sonríe).

¿Qué le transmitieron los electos en el Victoria Eugenia, qué cree que esperan de esta reorganizada Udalbiltza?
Esperan, y algunos me lo comentaron, que desde lo pequeño se vaya construyendo nación, desde los pueblos, desde cada uno de sus pueblos. Y constaté que también conceden gran importancia a establecer una red entre todos nosotros, que es otra de las labores que nos ha puesto el grupo promotor de esta reorganización. Hay tareas comunes entre los ayuntamientos y una red de este tipo puede ser muy eficaz y muy práctica, por un lado para realizar nuestra labor municipal y por otro para que nuestro trabajo sea en provecho de toda Euskal Herria.

Hay otra cosa que me parece muy importante: actuar siempre teniendo en cuenta que este es un país muy plural y muy diverso, tanto como el propio clima o el paisaje que tenemos, con situaciones que no tienen nada que ver unas con otras. Udalbiltza tiene que dar respuesta a toda esa realidad. Por cierto, destacaría la implicación y el ánimo de los electos de Ipar Euskal Herria.

Los cinco principios del Euskalduna siguen siendo objetivos muy ambiciosos, y en su mayor parte a largo plazo, así que ¿por dónde va a empezar a trabajar Udalbiltza, cuáles son sus prioridades concretas como presidenta?
Los principios son eso, principios. Por dónde debemos empezar ya nos lo ha marcado la asamblea del sábado. Hay unas prioridades concretas que han sido delimitadas por los electos, en un proceso participativo. Nos piden que en primer lugar impulsemos el desarrollo y la cohesión territorial. Nuestro gran problema es que tenemos un país desestructurado, y además desestructurado con una intención total. Así que nos toca crear estructuras, y ante todo estructuras que sean muy prácticas. Vamos a hacerlo poco a poco, sin grandes alharacas, pero de forma constante. Creo que a corto plazo se podrá ir viendo.

Udalbiltza sirve para estructurar el país, pero en su composición interna, en las adhesiones de electos, no todas las zonas de Euskal Herria tienen la misma implicación. ¿Ese desequilibrio de origen no puede ser un problema? ¿Tienen claro que van a actuar para todo el país?
Sí, precisamente de eso se trata. Tenemos que tener una visión conjunta del país. Creo que el hecho de que estemos divididos en dos estados y dentro de ellos en tres comunidades es algo trágico, supone un genocidio lento pero que a la vez resulta letal. Cuanto más tardemos en ponerle remedio, más se va a abrir esa brecha.

Los ayuntamientos están pasando muchos apuros económicos, casi sin excepción. Está claro que la situación tiene poco que ver con la de hace una década a ese nivel. ¿Esta crisis puede ser un lastre a la hora de recoger aportaciones?
Quizás puede ser un hándicap añadido, pero tengo claro que no todo es dinero. En este ámbito hay muchas cosas que se pueden hacer sin tanto dinero. Lo que resulta fundamental e imprescindible es otra cosa diferente: pensar como país. Puede haber cosas que necesiten dinero, pero también habrá otras en que el dinero no es lo fundamental.