En una rueda de prensa celebrada en Bilbo, los responsables de LAB en las tres cajas han criticado la expansión de Kutxabank, especialmente la adquisición de Cajasur, por considerar que supone «deslocalizar» recursos vascos y una pérdida de puestos de trabajo en Euskal Herria.

En concreto, se ha referido a los 200 millones invertidos en la ampliación de capital de BBK Bank-Cajasur y a los 149 millones para la recompra de preferentes de la caja cordobesa, así como el traslado a oficinas vascas de cerca de 500 trabajadores del «excedente de plantilla de la expansión», que impide «crear empleo aquí», como ha dicho el delegado sindical en Kutxanbak-BBK Guzman Ruiz.

LAB también ha denunciado que Kutxabank ha «destruido» 263 puestos de trabajo fijos y más de cien temporales, además del empleo que se perderá en las empresas que ofrecen a la entidad soporte informático, que LAB cifra entre el 20 y el 40% de las plantillas actuales, y en la obra social, que solo en Bizkaia podría suponer 200 puestos de trabajo.

Asimismo, el sindicato abertzale ha censurado que tras 15 meses, Kutxabank no tenga convenio laboral y ha acusado a la dirección de optar por un acuerdo estatal, sin atender al compromiso adquirido durante la fusión de consultar a los trabajadores si querían un marco vasco de relaciones laborales.

Además, según LAB, Kutxabank pretende una rebaja salarial que podría llegar hasta el 15% en algunos casos y una «merma sustancial» de los derechos laborales aplicando las «contrarreformas» aprobadas por el Gobierno del PP, «con la amenaza de ir a la ultraactividad y al convenio de banca».

Otro de los reproches al nuevo banco que realiza el sindicato abertzale es el referido a la obra social, «que tiene los días contados».

Así, ha recordado que en 2013 la obra social tendrá una partida de 3,07 millones para Vital, 8,93 para Kutxa y 15,9 para la BBK, que en el año 2009 contó con 112 millones para este fin.

LAB también se ha mostrado contraria a la venta de participaciones en empresas estratégicas como CAF, Euskaltel o Iberdrola y ha exigido a Kutxabank ser «mucho más sensible» ante el problema de los desahucios.

Por todo ello, así como por la falta de «democracia» en los órganos de dirección del banco, copados por PNV y PP, LAB ha instado, especialmente a los partidos, a «impedir la liquidación definitiva de la cajas» dentro de un banco que se va a ver obligado por las nuevas leyes a ser privado.

«Estamos a tiempo de evitar la catástrofe y, tanto a nivel de parlamento como a nivel social, haremos lo que esté en nuestras manos para impedir que las cajas vascas terminen de la misma manera que la CAN, disueltas en un banco puro y duro y convertidas en un chiringuito para uso del PNV y el PP», han asegurado los representantes de LAB.