Laura Mintegi ha comparecido después de que Iñigo Urkullu haya anunciado que en los próximos días va a convocaf a los líderes políticos e institucionales para buscar un acuerdo de estabilidad, cuyo contenido ha calificado de «decepcionante».

La portavoz de EH Bildu ha señalado que la coalición tiene «el teléfono abierto», pero ha opinado que la que ha presentado el lehendakari es una propuesta «antigua», a la que le ha «cambiado el celofán», lo que a su juicio constituye una «equivocación de bulto».

Ha recordado que en el proyecto de presupuestos se recogía una partida de 280 millones de euros para el empleo y que ahora Urkullu «fragmenta» esa partida y la hace menguar hasta los 240 millones de euros.

«Se pretende presentar como nuevo algo que es viejo y encima haciendo un juego de combinatoria que lo único que hace es reducir partidas», ha resumido.

Se han «caído tres mitos»

Antes de opinar sobre la propuesta de Urkullu, Mintegi ha intervenido en el pleno del Parlamento, donde ha dicho que en los primeros meses de gestión del lehendakari se han «caído tres mitos» en torno a los gobiernos del PNV.

Según Mintegi, ya no se sostiene que los dirigentes del PNV son «buenos gestores», tampoco es creíble que tengan capacidad de acuerdo después de haber tenido que retirar los presupuestos por falta de apoyos, y también se ha demostrado que no existe solo un modelo de hacer política desde el abertzalismo.

La portavoz de la coalición abertzale ha criticado que en los últimos días el propio lehendakari haya excluido a EH Bildu de la posibilidad de llegar a un pacto de país por apoyar la huelga general convocada para el próximo día 30.

Para Mintegi, es «incomprensible» que se deje aparte a la segunda fuerza política con una «excusa tan pobre».

Sobre su propuesta de nuevo estatus político, ha lamentado que aparezcan y desaparezcan aspectos como que debe ser un «proceso participativo» o la fecha para la celebración de la consulta popular de ratificación de un hipotético acuerdo parlamentario.

Para la portavoz abertzale, el Gobierno de Lakua no puede sostener que su prioridad es el empleo cuando en su proyecto de presupuestos reducía casi un 26% las partidas destinadas a su generación.

Además, a su juicio tampoco es creíble que puede ayudar a crear empleo en la CAV cuando «no es capaz de mantener los puestos de trabajo que dependen de él» en la función pública.

Por último, ha abogado por un cambio en la fiscalidad para hacerla más progresiva y revertir la situación de los últimos años en la que han salido beneficiadas las rentas más altas.