Según ha informado su equipo de apoyo, Txikon les ha explicado que se encuentra «contento, feliz y orgulloso del trabajo realizado» después de haber pisado dos de las tres cimas del Nuptse.

La más alta, ha comentado Txikon, «era una caída segura al vacío» porque «estaba hueca por dentro».

«Pasar por allí era condenarse a un final trágico, y bastantes tragedias hemos tenido ya esta semana», ha señalado el alpinista recordando las muertes en la montaña en los últimos días de Benantxio Irureta, en el Aneto, y de Alexei Bolotov, ayer en el Everest, a quien Txikon y su equipo han dedicado un vídeo.

«Yo tengo esa sensación de cumbre, pero que sea Mrs. Hawley la que decida la próxima semana. Por suerte, la alpinista alemana que ha subido con nosotros es su asistenta. Ha sacado fotos y ha grabado un vídeo. Aunque respetaré su decisión, la satisfacción y la alegría que tengo dentro no me la quita nadie», ha asegurado.

Txikon y sus compañeros de cordada habían empleado once horas en subir desde el Campo III (6.850 metros) hasta la cumbre, desde donde su comunicó con el Campo Base a través de un teléfono por satélite.

«Estoy aquí solo, ahora llegan mis compañeros. No nos queda nada hasta la cumbre, unos 30 metros, pero me temo que está imposible seguir. Es una caída segura... o casi. Si alguien me acompaña, quiero intentarlo. Si no, para mí esto es más que suficiente. Veo la arista del Lhotse, espectacular, preciosa», relataba.

Txikon pasará la noche en el Campo III para descender mañana al Campo II y desde allí iniciar una nueva ascensión, esta vez a la cima del Lhotse, la cuarta montaña más alta del planeta con 8.516 metros.

«El lunes iremos a por el Lhotse. La previsión da una ventana de buen tiempo los días 20, 21 y 22. Yo estoy con muchísimas ganas y me siento muy, muy fuerte. El Lhotse es una montaña altísima, pero diferente al Nuptse. Aquí hemos tenido que escalar muchísimo y allí habrá mucha cuerda. Soy muy optimista», ha subrayado el montañero de Lemoa.