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DONOSTIA

Gipuzkoa aboga por la justicia transicional y propone crear un instituto de derechos humanos

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, ha presentado el Plan foral de Derechos Humanos, Recuperación de la memoria y Convivencia que plantea, entre otros «retos», la aplicación de la justicia transicional o la creación de un instituto de derechos humanos «autónomo».

Martin Garitano y Marina Bidasoro, en la presentación del Plan de Convivencia. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Martin Garitano y Marina Bidasoro, en la presentación del Plan de Convivencia. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)

En una rueda de prensa en la Casa de la Paz de Aiete, Garitano, acompañado de la directora foral de Derechos Humanos y Memoria Histórica, Marina Bidasoro, ha dado cuenta del Plan de Convivencia, «abierto y presto a recibir nuevas aportaciones».

Según ha indicado, los objetivos de este Plan son «mejorar la protección y promoción de los derechos humanos en pos de una convivencia normalizada» a través de «la sensibilización y capacitación de la sociedad y de la Administración».

También trabajar para «superar y reparar los sufrimientos y las conculcaciones de derechos humanos de todas las víctimas de las distintas violencias generadas en torno al conflicto», garantizar sus derechos a la «verdad, justicia y reparación» y participar, junto a agentes sociales e instituciones, en el proceso de construcción de una paz «basada en la normalización política, la reconciliación y el respeto de todos los derechos humanos».

Garitano ha indicado que para lograr esos objetivos se proponen «tres ejes transversales», la paridad, ya que «es fundamental» la igualdad entre hombres y mujeres, la educación en derechos humanos y la participación.

Retos

Bidasoro ha indicado que el primero de los «retos» que plantea este Plan es la defensa y promoción de una cultura de respeto a los derechos humanos, para lo cual se proponen convenios de colaboración con las universidades vascas para llevar a cabo iniciativas de sensibilización y formación, actividades de concienciación, promover cursos de formación sobre convivencia dirigidos a asociaciones y ayuntamientos y también para educadores y realizar convocatorias para becas de derechos humanos y memoria histórica en universidades extranjeras.

El segundo es la recuperación de la memoria, la reconciliación y la paz, para lo cual se considera «prioritario y esencial conocer lo acontecido y el por qué».

Bidasoro ha apuntado que es «fundamental conocer la verdad y tomar en cuenta el daño provocado a las víctimas sin distinciones, ni clasificaciones ofensivas» para estas, aplicando los principios del Derecho Internacional de Derechos Humanos «sobre la verdad, Justicia y reparación». Al respecto Garitano ha señalado que no hay que «categorizar» a las víctimas y la Diputación está «hablando de futuro y no de pasado».

Justicia transicional

La Diputación también aboga por la aplicación de una justicia transicional, que, según Garitano, «no es otro tipo de justicia», sino que se trata de aplicar la existente de manera «sensata adaptándola a la nueva situación creada» en Euskal Herria

Se busca así «intentar sanar las heridas que surgen en la sociedad como resultado de las violaciones a los Derechos Humanos y avanzar en los procesos de reconciliación, garantizando los derechos de las víctimas y de la sociedad a la verdad, justicia y reparación», así como para «evitar en lo posible la impunidad, proveer de justicia a las víctimas y responsabilizar a los culpables», ha apuntado Bidasoro.

En este ámbito la Diputación prevé sensibilizar a la ciudadanía, asociaciones e instituciones, promover el diseño de una base de datos que recoja los casos de las conculcaciones de derechos humanos y del sufrimiento generado en torno al conflicto en Gipuzkoa y organizar una jornada para la reflexión sobre la Justicia transicional y verdad en Euskal Herria

Jornadas en octubre

Bidasoro ha adelantado que este encuentro se prevé tenga lugar en octubre y cuente con la presencia de expertos internacionales que presentarán propuestas «concretas» relacionadas con las víctimas, los presos o «futuros decretos sobre vulneraciones de derechos que todavía no se han tenido en cuenta, como las torturas».

En lo referente a la reconciliación social la Diputación trabajará con los ayuntamientos a través de su Programa de Convivencia, ofreciéndoles «ayuda y asesoría para que puedan desarrollar planes e iniciativas, y la promoción de cursos que den a conocer la definición de los procesos de reconciliación y los factores que inciden».

Además, para la recuperación de la memoria la institución foral propone establecer convenios con las asociaciones e instituciones para llevar a cabo investigaciones para encontrar restos de víctimas de conculcaciones de Derechos Humanos en el franquismo y en la Guerra del 36, impulsar publicaciones, «incluir en jornadas sobre mecanismos de verdad y justicia transicional las conculcaciones y sufrimientos enmarcados en los períodos de la memoria histórica» y promover homenajes de reconocimiento a víctimas, entre otras iniciativas.

El tercer reto del Plan es crear un Instituto de Derechos Humanos «autónomo» aunque en colaboración con otras instituciones para desempeñar tareas de coordinación en esta materia, asesorar, divulgar, impulsar la formación, investigación y prevención, mientras que el cuarto pasa por defender «todos los derechos para todas las personas» desde todas las áreas de actuación de la Diputación.

Un cuarto reto buscará la colaboración de otras áreas de la Diputación, tales como la de Euskara, la de Migración, la de Diversidad o la de Política Social para obtener una mayor cobertura de cara a garantizar «todos los derechos para todas las personas», como reza el lema del 60 aniversario de la Declaración de Universal de Derechos Humanos.