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Pau

Aranalde y Atorrasagasti quedan en libertad bajo medidas judiciales

Jokin Aranalde y Beñat Atorrasagasti, detenidos este lunes en Ipar Euskal Herria, han comparecido ante el juez en Pau, donde se les han sido notificadas sendas euroórdenes. Ambos han quedado en libertad bajo medidas judiciales.

Beñat Atorrasagasti y Jokin Aranalde salen del Tribunal de Pau. (@sortuEH)
Beñat Atorrasagasti y Jokin Aranalde salen del Tribunal de Pau. (@sortuEH)

Jokin Aranalde y Beñat Atorrasagasti, detenidos este lunes en Heleta y Urruña respectivamente, han comparecido esta mañana en el Tribunal de Pau, donde se les han sido notificadas sendas euroórdenes remitidas en su contra por el Estado español.

Ambos han quedado en libertad tras comparecer ante el juez, quien les ha impuesto medidas de control judicial, a la espera de que comience la vista –fijada para el 9 de julio– para decidir si se les aplica o no la orden de arresto europea. Los dos ciudadanos vascos han recibido el apoyo de decenas de personas que han acudido a Pau y donde han celebrado una concentración.

Las detenciones de Aranalde y Atorrasagasti se enmarcan como represalia por el acto de Biarritz. Aranalde es uno de los interlocutores del Colectivo de Exiliados Políticos Vascos (EIPK, en euskara) y estuvo presente en el acto de Biarritz.

Los tribunales españoles le reclaman, según apunta Europa Press, por un presunto delito de «integración en ETA» y cabe destacar que, apenas dos días después de la comparecencia de celebrada por EIKP para presentar su interlocución, Aranalde fue señalado por el diario español ‘La Razón’ a raíz de una entrevista concedida a medios vascos.

Por su parte, Beñat Atorrasagasti fue puesto en libertad provisional el pasado 25 de febrero por el Tribunal Correccional de París, a quien fue entregado a finales de enero por la justicia británica tras haber sido arrestado en Edimburgo en 2012.

El lesakarra fue condenado el pasado mes de abril a tres años de prisión, aunque el juez dictaminó que no tendría que entrar en prisión argumentando que el tiempo pasado desde que se cometieran los delitos por los que se le juzgaba.

Le impuso asimismo la condición de no cometer delitos en cinco años, ya que, de ser así, debería cumplir los tres años, más la nueva condena.