Maiorga Ramínez ha considerado «absolutamente absurdo» que se abran diligencias judiciales ante una «iniciativa espontánea, no violenta y absolutamente normalizada».

En declaraciones a Europa Press, Ramírez ha asegurado que resulta «evidente, y la ciudadanía de Pamplona así lo cree» que un txupinazo «no se puede retrasar» porque al que lo tiene que lanzar –Eduardo Vall, PSN–, y al alcalde –Enrique Maya, UPN– «no les guste las expresiones populares que ven enfrente». «San Fermín es así, ha sido así».

A su juicio, lo ocurrido este sábado en la capital navarra es «un intento» de UPN y PSN de «crispar el normal desarrollo de la fiesta» y de «tapar sus vergüenzas». Para el dirigente de la coalición soberanista, ambas formaciones han enfocado su actuación hacia «una enseña con la que gran parte de la ciudadanía de Iruñea se siente identificada» y que, incluso, ha ondeado de forma oficial en el Ayuntamiento.

«Absolutamente absurdo»

Además, ha calificado de «absolutamente absurdo» que, ante lo ocurrido, el juez de guardia haya abierto diligencias por un supuesto delito contra el orden público. Según ha defendido, la de colgar la ikurriña frente a la fachada del Consistorio ha sido «una iniciativa espontánea, no violenta y absolutamente normalizada en el seno de la fiesta».

Para Maiorga Ramírez, «el mayor acto de violencia constatable» es el sufrido por el representante de Sortu Txelui Moreno «por parte de agentes de la Policía Municipal», algo que ha calificado de «absolutamente inaceptable».

Por último, ha hecho un llamamiento a que la ciudadanía «viva con alegría y espontaneidad» la fiesta que «UPN, PSN y la Policía Municipal han pretendido ensuciar». «Que los ciudadanos disfruten en esta difícil situación que estamos viviendo y que se desarrollen las fiestas como siempre, con alegría, espontaneidad y como un paréntesis festivo en un año muy complicado para aquellas personas que no tienen trabajo y están al borde de la pobreza», ha concluido.