A pesar de no lograr su objetivo, los montañeros, que han ofrecido hoy una rueda de prensa tras el regreso de un reto del que desistieron el 11 de julio por el mal tiempo, consideran que una aventura así merece «una segunda y hasta una tercera oportunidad».

Lo más complejo es, según han explicado, el enorme pilar de más de un kilómetro de longitud nunca antes escalado, «una pared impresionante» situada «en un entorno muy intimidante, tenebroso, que acojona. Es un objetivo alpinístico de gran envergadura. Aquí lo importante va por otro camino, por valores y por contenido alpinístico. Merece la pena aún con el riesgo de que no salga bien», ha apuntado Iñurrategi.

Los montañeros han explicado que «la razón principal de la retirada fue el mal tiempo, pero no la única», ya que «la estrategia no fue la más acertada. Nos habíamos hecho a la idea de un estilo demasiado ligero y lo que necesitamos fueron más medios. Quizás no somos tan buenos como pensábamos o quizás la pared es más grande de lo que creíamos», ha resumido Vallejo.