Iñaki Azkuna ha reaparecido en el Ayuntamiento para presidir el pleno, tras cinco meses alejado de la vida municipal por motivos de salud. Ha llegado al salón de plenos en silla de ruedas, empujada por el director delegado del gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, y acompañado por el resto de su equipo de gobierno. Lo primero que ha hecho es saludar a los periodistas y preguntarles: «¿Ya vivís?».

El alcalde ha estado ausente en los tres últimos plenos ordinarios del Ayuntamiento, los correspondientes a los meses de abril, mayo y junio, y también se ha perdido dos sesiones extraordinarias celebradas en estos últimos meses.

Azkuna, de 70 años, ha sido sometido a tres intervenciones quirúrgicas y ha estado hospitalizado durante un total de 82 días en todo este tiempo.

Ha abandonado el pleno tras dos horas de sesión y después de posibilitar, con su voto, la recalificación provisional del solar de Panera, en Uribarri, y la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para prohibir la instalación de centros de culto en los bajos de edificios residenciales.

Su voto era imprescindible para sacar adelante esos dos temas de urbanismo, cuyo debate se ha pospuesto durante meses, ya que el PNV no contaba con el apoyo de la oposición para aprobarlo.

La recalificación provisional del solar de Panera, que requería el quorum de 15 votos, ha salido adelante con el apoyo del PNV, el rechazo de Bildu y las abstenciones de PSE y PP.

El cambio normativo del PGOU para prohibir la instalación de centros e culto en bajos de edificios residenciales ha salido adelante con el voto favorable del PNV, la abstención del PP y el rechazo de PSE y Bildu.