El origen de la discordia radica en una carta remitida por representantes del Athletic en Araba a los progenitores de jugadores del Aurrera de Vitoria, club que hasta el pasado verano estaba convenido con los rojiblancos pero que en junio firmó un contrato con los albiazules.

En dicha carta se criticaba la política del Alaves respecto al fútbol base y se denunciaban las trabas interpuestas para que los jóvenes del herrialde pudiesen acceder al proyecto formativo ofrecido por Lezama.

Hace diez días, el Alavés denunció esta carta e instó al presidente del Athletic Josu Urrutia a que «desautorice inmediatamente las ofensas de sus representantes en Álava y ofrezca una rectificación ante la colección de insultos, amenazas, ofensas, injurias y calumnias que nos han dedicado en las últimas horas».

El club gasteiztarra anunciaba que «de mantener su silencio y no desautorizar dicho comportamiento, entendemos que se está respaldando el mismo, por lo que en ese caso el Deportivo Alavés da por rotas las relaciones deportivas e institucionales con el Athletic».

Unos días más tarde, en la asamblea de compromisarios del Athletic del pasado día 14, Urrutia asumía que la filosofía del Athletic ha generado y generará fricciones con otros clubes. «El Athletic tiene una filosofía muy concreta y ha vivido este tipo de situaciones con diferentes provincias en momentos puntuales. Situaciones de enquistamientos, jaleos... pero tiene que defender sus intereses. Lo ha hecho antes, lo hace ahora y lo hará en el futuro. Tenemos unos intereses que normalmente chocan con otros muchos y cuando más cercanos sean... Todos recordamos situaciones similares. Estamos aquí para defender los intereses de este club, que tiene una filosofía distinta que principalmente se basa en jugadores vizcainos, pero que no desecha futbolistas vascos», declaró.

En vista de estas declaraciones, el Alavés ha publicado hoy un comunicado en el que certifica la ruptura de relaciones «al menos durante la presidencia del señor Urrutia, y mientras no se proceda a la rectificación pública de las graves acusaciones vertidas, y a la desautorización de sus representantes en Álava».

Para el Alavés, esta controversia «tiene su origen en el natural crecimiento del Deportivo Alavés como club de referencia del territorio histórico de Álava, y en el trabajo que el mismo viene realizando con el fútbol base, en el marco del nuevo proyecto de cantera, el cual agrupa entorno al mismo ya a 36 clubes convenidos, y más de 4.000 jóvenes».