El informe, de 13 páginas y disponible para ser descargado en euskara y castellano, recuerda la elección de Donostia y la ciudad polaca de Worclaw y los resultados de la reunión celebrada tras la designación, para posteriormente exponer su análisis sobre la situación actual de ambas.

Respecto a la capital guipuzcoana, el Comité se muestra convencido de la capacitación de «las personas que recientemente han entrado en la Fundación» y alaba la buena sintonía entre el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Lakua «como muestran los firmes compromisos financieros de estas instituciones con el proyecto».

El documento no es tan positivo en cuanto a la postura del Gobierno español. El Comité «aprecia la reciente designación para el Consejo de Administración de un alto funcionario del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes con un probado conocimiento técnico», pero no obstante recuerda que en la fase de selección Madrid «se comprometió a contribuir con 11 millones de euros» y que casi dos años y medio después de la designación todavía no ha aprobado su aportación, lo que que pondría en riesgo la programación cultural. Los integrantes del Comité sugieren que «podría resultar útil» buscar «financiación de otros ministerios», y destacan la necesidad de lograr patrocinadores privados.

Asimismo, citan la importancia de que los responsables del programa artístico conozcan de qué presupuesto van a disponer y recuerdan al Gobierno español que su apoyo«no debe estar condicionado a la posibilidad de controlar, y mucho menos de decidir, el contenido de la programación artística».

Respecto a la intención del alcalde Juan Karlos Izagirre de «ampliar el Consejo de Administración para incluir la experiencia de las universidades, las empresas y la sociedad civil», el Comité considera que contar con demasiados miembros dificultaría la toma de decisiones, y recomienda en su lugar la constitución de un órgano consultivo que pueda aportar su conocimiento.

Dimensión europea y culturas minoritarias

Otro de los puntos que se aborda es que tanto el programa artístico como el plan de comunicación eviten que la capitalidad europea se convierta en «una celebración de la cultura vasca dirigida exclusivamente al público local». El programa debe conservar «una fuerte dimensión europea, situando la cultura vasca en el contexto de otras culturas minoritarias en Europa».

El Comité muestra sus reservas sobre «la intención novedosa de atraer artistas internacionales de renombre» y recomienda «ceñirse en todo lo posible al programa artístico presentado en la fase de solicitud. El foco del programa cultural debería ponerse en crear conciencia en Europa sobre la riqueza y diversidad de las culturas y las lenguas minoritarias que existen en los países europeos», insiste.

En cuanto a la distribución del presupuesto, el Comité «percibe que se han destinado demasiados recursos a comunicación, salarios, gastos generales y administración, en detrimento del programa artístico, e invita a Donostia/San Sebastián 2016 a reconsiderar este reparto».

El Comité termina su documento solicitando que para finales de 2014 se le presente un nuevo informe actualizado respecto a la evolución de todos estos temas.