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Muñoz (ELA) ve «perdedora» la estrategia del PNV de buscar la bilateralidad con el Estado

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha afirmado que la ponencia sobre el nuevo estatus político que se constituirá en el Parlamento de Gasteiz es una estrategia «perdedora» por parte del PNV y ha defendido un acuerdo entre abertzales porque, si el punto de partida es la búsqueda de la transversalidad con quien «niega» el derecho a decidir, «es el punto final».

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz. (Marisol RAMIREZ/ AFP PHOTO)
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz. (Marisol RAMIREZ/ AFP PHOTO)

En una entrevista a Europa Press, el dirigente del sindicato ELA ve poca virtualidad a la constitución de la ponencia de un nuevo estatus político, una iniciativa que registrará este jueves el PNV en el Parlamento de Gasteiz.

A Muñoz le llama «poderosamente la atención» que, a diferencia de la vía utilizada en Catalunya, en la CAV la referencia del Gobierno de Lakua y del PNV sea la «bilateralidad», cuando «no existe bilateralidad con España».

«No existe posibilidad de acuerdo equilibrado con España y lo decimos después de la experiencia del Plan Ibarretxe, bloqueado en el Parlamento español cuando fue el lehendakari a su defensa, ¿qué ha cambiado en la realidad española con la presencia del PP para confiar en la bilateralidad?», se ha preguntado.

En este sentido, ha apuntado que, desde ese punto de vista, la referencia de la bilateralidad es una «referencia perdedora en términos políticos». «No hay ninguna oportunidad para la bilateralidad. Es legítimo el planteamiento, pero es que España no quiere. No es posible la bilateralidad entre entes jerárquicamente subordinados», ha añadido.

Estrategia «perdedora»

Por ello, cree que la constitución de la ponencia sobre el nuevo estatus es una estrategia «perdedora» por parte del PNV y, a su juicio, «no va a tener un resultado distinto al que tuvo el Plan Ibarretxe».

El dirigente de ELA ha afirmado que, si el punto de partida es la búsqueda de la transversalidad «con quien niega el derecho a decidir, ese punto de partida es punto final, porque va a haber veto por parte de las fuerzas españolas a que se recoja cualquier elemento que vaya más allá de lo que en estos momentos existe».

Muñoz ha afirmado que desde Madrid se recuerda, «una y mil veces, que no hay más que una soberanía que radica en el Estado español» y, por tanto, cree que, «a partir de ahí, el problema es irresoluble». «Si tú buscas el acuerdo con quienes defienden eso, ese problema no tiene solución», ha agregado.

El dirigente de ELA ha indicado que es importante hacer el «diagnóstico de partida» y, en este sentido, ha recordado que el Plan Ibarretxe también partió de una ponencia y «terminaron bloqueándolo». En la actual coyuntura, se está en una fase «involutiva» en todos los ámbitos y, por ello, ha criticado que la referencia del Gobierno de Lakua sea la «búsqueda del acuerdo», cuando «España no quiere un acuerdo equilibrado porque no reconoce ningún nivel de soberanía a nadie que no sea ella».

A su juicio, si los abertzales son «incapaces de ir juntos en la reclamación del derecho de soberanía», no habrá «ninguna opción» ni «oportunidad». «El punto primero será ponernos de acuerdo entre los que defendemos que Euskal Herria es una nación y queremos el derecho a decidir, ponernos de acuerdo para ver qué agenda vamos a comprometer aquí nosotros», ha apuntado.

«Envidia sana»

Frente a esta apuesta, Muñoz ha asegurado que ve «con una cierta envidia sana» el proceso abierto en Catalunya, donde ya hay fecha para celebrar una consulta sobre la independencia, y ha indicado que son «muy positivas» las referencias que se están dando.

A su juicio, se ha entrado en una nueva fase política y las «élites políticas que en otro tiempo gestionaban esto, ya no lo pueden hacer» y han perdido «el control de la sociedad».

Muñoz ha afirmado que eso es «muy importante en términos democráticos» y cree que en Catalunya, a diferencia de lo que ocurre en Euskal Herria, han sabido «sacar conclusiones» tras los «cepillados» al Estatut.

Según ha manifestado, tras lo ocurrido, existe en Catalunya una base social popular «muy amplia» que se ha movilizado y ha llevado «a la élite de algunos partidos a una situación en la que no hubieran querido estar».

En este sentido, ha subrayado el «gran valor político» que tiene que los partidos en Catalunya se hayan puesto de acuerdo en la formulación de las dos preguntas de la consulta y que aparezcan juntos en la reclamación de la soberanía catalana, «más allá» de que el Estado lo vaya a «obstaculizar».