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Donostia

Laikotasuna reivindica que «no se financie ninguna confesión religiosa» a través del 0,7%

El colectivo Laikotasuna ha reivindicado que «no se financie ninguna confesión religiosa» a través de las casillas para destinar un 0,7% a la Iglesia, ONG y asociaciones de iniciativa social y ahora también, en Gipuzkoa, al sector público, de la declaración de la renta.

En un comunicado, Laikotasuna ha respondido a las denuncias del obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, de que en la campaña de renta de este año en Gipuzkoa no se pueden marcar a la vez las casillas y hay que optar por una sola.

A juicio del colectivo, «el problema está en que los contribuyentes guipuzcoanos quieran o no, financian con sus impuestos una confesión religiosa». «Hasta ahora, sí o sí, en la declaración de la renta había que optar por dar el 0,7% a la Iglesia o a las organizaciones de fines sociales», ha afirmado.

En este sentido, ha aplaudido la introducción de una tercera casilla para el sector público. Laikotasuna ha apuntado que el pasado año la Iglesia recibió 247 millones en el Estado del 0,7% de la cuota íntegra de la declaración de la renta de las personas que marcan la casilla de financiación de la Iglesia católica que está «intentando quitar a las mujeres la capacidad de decidir sobre su cuerpo, presionando para que se conviertan en ley sus dogmas religiosos sobre el aborto».

Frente a ello Laikotasuna ha defendido una «democracia basada en los principios de libertad de conciencia y la igualdad de trato de la ciudadanía». Además, ha censurado que «el dinero que se recoge a través de la casilla de otros fines sociales va de forma indirecta a la Iglesia, pues muchas de las organizaciones que lo reciben pertenecen a la Iglesia, o están ligadas indirectamente a ella».

El colectivo ha destacado que «las necesidades sociales las tiene que cubrir la administración utilizando de forma justa y correcta el dinero que recoge de nuestros impuestos» y las organizaciones sociales tienen que llevar a cabo su actividad «con su propia financiación y separando claramente lo que es gestión pública de la gestión de entidades privadas».

Por ello ha reivindicado que «no exista ninguna casilla en el impreso del IRPF y que con los impuestos no se financie ninguna confesión religiosa, ni directa ni indirectamente».