En una comparecencia de prensa en Gasteiz, la concejala de Laudio Amets Meaza y la alcaldesa de Agurain, Maider García de Vicuña, han informado de la decisión tomada por estas dos localidades y por las de Aiara, Okondo, Aramaio, Legutio, Zigoitia, Zuia, Urkabustaiz, Asparrena, Barrundia y Donemiliaga, así como las cuadrillas de Lautada y Gorbeialdea.

Todas estas instituciones tienen en común que están gobernadas por EH Bildu y que llevan «más de 40 años bajo la amenaza de Garoña, una central nuclear que nunca debería haber existido», han denunciado.

La alcaldesa de Agurain ha leído un comunicado en castellano en el que EH Bildu advierte de que «no acepta que Endesa, Iberdrola y el PP quieran mantener abierta Garoña otros 10 años más» y han animado a todos los alcaldes y cargos públicos de Araba, así como a los vecinos del territorio a sumar fuerzas en esta dirección y revisar sus contratos eléctricos con las dos eléctricas.

«Si lo único que les preocupa es el beneficio empresarial que sepan que abriendo Garoña van a perder clientes y beneficios», han afirmado.

Han pedido a Endesa e Iberdrola que atiendan «el clamor popular» y que mantengan cerrada Garoña y han asegurado que «si las dos eléctricas pretenden sacar beneficios a cuenta de poner en peligro a la ciudadanía de Araba», se pueden ir despidiendo de los contratos que mantienen con ellas.

Han opinado que «es la medida más efectiva que pueden tomar para impulsar el cierre de Garoña».

Finalmente, han denunciado la actitud del diputado general de Araba, Javier de Andrés, por no defender la opinión mayoritaria de la ciudadanía alavesa, favorable al cierre, y han dicho que «ya es hora de que Garoña cierre de una vez y para siempre». «No más trampas ni más prórrogas», han solicitado.

El anuncio hecho por EH Bildu de Araba se suma al llamamiento que hizo el pasado 13 de marzo la plataforma Araba sin Garoña que pidió a los alaveses que presionaran en contra de la reapertura de la central burgalesa comprometiéndose por escrito a cambiar de proveedor eléctrico en caso de que Iberdrola y Endesa, sus propietarias, soliciten volver a ponerla en marcha.