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SAN SALVADOR

La matanza en la UCA de El Salvador cumple 25 años en la impunidad

La Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador ha conmemorado la matanza de seis sacerdotes jesuitas, entre ellos dos vascos, y dos mujeres, que sigue en la impunidad 25 años después de haber sido perpetrada por militares durante la guerra civil en este país centroamericano (1980-1992).

En la madrugada del 16 de noviembre de 1989 miembros del Ejército salvadoreño ingresaron violentamente en la UCA, donde mataron a los jesuitas vascos Ignacio Ellacuría y Juan Ramón Moreno y a los religiosos Segundo Montes, Amando López y Ignacio Martín Baró.

Además, ejecutaron al jesuita salvadoreño Joaquín López y a dos empleadas domésticas salvadoreñas que trabajaban con los religiosos, Elba Julia Ramos y su hija Celina.

La UCA ha celebrado este fin de semana actividades académicas, culturales y religiosas en homenaje a las siete víctimas de la masacre, de la que se han cumplido los 25 años.

El rector de la UCA, Andreu Oliva, ha dicho a Efe que «este martirio» es uno de los casos «más emblemáticos» del conflicto salvadoreño, «pero que se ha topado siempre con la obstrucción de la justicia que ha protegido a los autores materiales e intelectuales».

«Los militares (salvadoreños) tienen esa deuda» y deberían «ir a la Audiencia Nacional» para manifestar «lo que tengan que manifestar y enfrentar ese juicio» abierto en la justicia española por «ese acto tan criminal», ha remarcado Oliva.

Veinte militares salvadoreños están procesados desde 2009, cuando la Audiencia Nacional española aceptó una querella presentada en 2008 por la Asociación Pro Derechos Humanos de España, respaldada por el Centro de Justicia y Responsabilidad de Estados Unidos.

En 2012, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador denegó la extradición al Estado español de 13 de esos militares.

En 1991, un grupo de militares implicados en la matanza fue procesado en El Salvador, pero en 1993 se les benefició con la Ley de Amnistía emitida por el Parlamento salvadoreño en ese año.

Oliva ha apuntado que ahora el caso que se trata en el Estado español «está dentro de (...) la justicia universal», que permite a un juez de ese país investigar el caso.

Los jesuitas están «a favor del perdón» por esta masacre, «y desde la perspectiva cristiana tenemos que saber perdonar, pero primero uno tiene que saber a quién perdonar; no puedes hacer un perdón general», ha subrayado.

Pero para ello «tiene que haber también una petición de perdón» de los autores de ese «gran crimen», ha sentenciado.

«Estamos con la mejor voluntad y el gran deseo de poder perdonar a aquellas personas que se equivocaron, que cometieron un grave error», ha puntualizado Oliva.

El director de Pastoral Universitaria de la UCA, José María Tojeira, ha señalado a Efe que, más allá de la impunidad en el caso de los jesuitas, lo importante es que «la gente sabe la verdad» de lo ocurrido y «le hace justicia».

Ha señalado que también se debe luchar por esclarecer otras matanzas ocurridas en la guerra civil, como la de El Mozote (1981), que dejó un millar de víctimas.

«El caso de los jesuitas es nada más un instrumento para que se venza la impunidad» y «hay que volcar ese esfuerzo (...) en favor del pueblo sencillo salvadoreño, que es el que más sufre la impunidad en nuestro país y creo que en América Latina», ha sentenciado.

Entre los procesados en el estado español están los generales Rafael Humberto Larios -entonces ministro de Defensa- y Juan Rafael Bustillo, los coroneles René Emilio Ponce, Juan Orlando Zepeda, Inocente Orlando Montano, Francisco Elena Fuentes, Guillermo Alfredo Benavides, Joaquín Arnoldo Cerna, Carlos Mauricio Guzmán y Óscar Alberto León Linares y el comandante Carlos Camilo Hernández Barahona.

También los tenientes José Ricardo Espinoza Guerra, Gonzalo Guevara Cerritos, Héctor Ulises Cuenca y René Yusshy Mendoza, los sargentos Antonio Ramiro Ávalos Vargas y Tomás Zárpate Castillo, además de los cabos Ángel Pérez Vasquez y Oscar Mariano Amaya y el soldado José Alberto Sierra Ascensio.

Cuenca y Montano se encuentran en Estados Unidos, este último condenado desde el 28 de agosto de 2013 a 21 meses de cárcel por perjurio en el trámite de su solicitud para obtener un régimen migratorio temporal en ese país.

La conmemoración de los 25 años de la masacre en la UCA incluyen alfombras de serrín de colores dedicadas a las víctimas, un foro académico sobre el impacto político de la matanza, una procesión, una misa, una vigilia y actos culturales que se prolongarán hasta la madrugada del domingo.