Cuando se cumplen 50 jornadas de huelga, las trabajadoras de residencias de Bizkaia se han manifestado este jueves, formando tres columnas, que han partido desde el Ayuntamiento de Bilbo, Plaza Arriaga y Zabalburu, par¡a confluir en la Plaza Circular y concluir ante la Diputación, donde se han concentrado.

En su movilización, las trabajadoras han contado con el apoyo de la asociación de familiares de residentes. En su representación, Juani Céspedes ha reconocido que «para muchos familiares esta huelga ha supuesto muchos problemas, porque ha habido carencias y no se ha llegado», pero ha subrayado que «eso sucede a diario, porque durante todo el año hay problemas y no se llega».

Por ello, han instado a la diputada de Acción Social, Isabel Sánchez Robles (PNV), a «buscar soluciones» para que el conflicto no se alargue más. «Estamos con los trabajadores, porque son los que día a día están con nuestros familiares, vemos que se dejan la piel y sabemos que se la van a seguir dejando. no vamos a consentir que nuestros familiares sufran más».

La delegada de ELA en la Fundación Aspaldido, Loli del Castillo, ha agradecido el apoyo de la asociación de familiares de residentes, asociaciones de pensionistas y algunos partidos políticos. Ha remarcado que su único objetivo es «tener un convenio que mejore nuestras condiciones y que haga que tengamos más manos para atender a nuestros mayores».

Ha asegurado que «si no se firma el convenio, si nuestras condiciones siguen como las tenemos, si los ratios siguen como siguen, si los sueldos siguen como siguen, y si las jornadas abusivas que tenemos siguen no vamos a parar».

Marina Costas, trabajadora de Sanitas Barakaldo, ha explicado que «las carencias en el servicio se dan todo el año, con huelga y sin huelga. Se les caería la cara de vergüenza si comprueban in situ las penalidades que pasamos los trabajadores y residentes».

No menos de 1.200 euros, 35 horas y más personal

El responsable de residencias de ELA, Gaizka Miguel, ha criticado que la Diputación «no asume sus responsabilidades» y «tira balones fuera», cuando «tiene responsabilidad porque es la financiadora pública del servicio y la responsable de la prestación».

«Estamos pidiendo que ninguna trabajadora del sector cobre menos de 1.200 euros, no creo que estemos pidiendo nada del otro mundo, y que las jornadas no sean interminables, como las que tienen ahora, sino de 35 horas como tienen en las residencias gestionadas directamente por Diputación», ha precisado.

Asimismo reclaman «mejores coberturas en el caso de baja, algunas mejoras en las licencias, y, sobre todo, que haya más personal contratado en las residencias, porque no llegan las trabajadoras para atender a los ancianos».