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LAB reclama que el salario medio de la mujer suba un 33,6% para equipararse al del hombre

Un informe elaborado por el sindicato LAB basándose en los datos recogidos por el INE señala que el salario de la mujer debería subir un 33,6% en Hego Euskal Herria para equipararse al del hombre. Esta brecha se ha aumentado desde 2009 en Nafarroa mientras que se ha reducido algo en la CAV.

El suedo de las mujeres de Hego Euskal Herria debería subir un 33,6% para equipararse al de los hombres. (Monika DEL VALLE / ARGAZKI PRESS)
El suedo de las mujeres de Hego Euskal Herria debería subir un 33,6% para equipararse al de los hombres. (Monika DEL VALLE / ARGAZKI PRESS)

El salario de las mujeres en Hego Euskal Herria debería subir un 33,6% para equipararse al de los hombres, según un informe elaborado por el sindicato LAB basándose en los datos recogidos por el INE.

Según dicho informe, las mujeres ganan 7.710 euros menos que los hombres: 7.489 euros menos en el caso de la CAV, mientras que en Nafarroa la diferencia es todavía mayor, llegando hasta los 8.496 euros.

Para LAB, la brecha salarial es «un indicador de la discriminación estructural que sufren las mujeres tanto en la sociedad como en el mundo laboral». El sindicato considera que la situación va a peor: «La brecha salarial entre mujeres y hombres no es algo nuevo, pero lo más preocupante es que esta brecha se ha ensanchado de forma continuada desde 2009 hasta ahora en Nafarroa. En lo que respecta a la CAV, aunque se haya reducido un poco, continúa siendo relevante», apunta.

Por ello, el sindicato reclama «un salto hacia políticas feministas» y «un nuevo modelo de relaciones laborales basada en relaciones justas y paritarias». Considera que el hecho de que a las mujeres se les hayan asignado trabajos de cuidados y de carácter doméstico «ha dificultado el acceso al mercado laboral», y «les ha dirigido a tareas y trabajos de menor reconocimiento».Asimismo, subrayan que «aún hoy, son las mujeres quienes sufren las condiciones más precarias y mayor inestabilidad». De hecho, el informe arroja que el 78,3% de las jornadas parciales están cubiertas por mujeres, y la tasa de temporalidad es del 26,7% mientras que la de los hombres es del 21%.

«El hecho de que las condiciones laborales de las mujeres sean más precarias, que cobremos menos que los hombres, limita nuestra soberanía económica y nos convierte en subordinadas, afectándonos en nuestras condiciones de vida», apunta LAB.