Koldo Otamendi
Elkarrizketa
Fer Apoa
Frontman de Corazón del Sapo

«Será una noche de lucha, una noche de rock and roll»

Tras 17 años de parón, Corazón del Sapo anunciaron gira de retorno para mayo, con bolos en Zarautz y Zaragoza. Pero también hacen el Hatortxu…
Hoy, como hace 17 años, nuestro compromiso con los que luchan y ayudan a los que luchan es ineludible; para nosotros, estar hoy en Lakuntza supone unir nuestras fuerzas con familiares, amigos, militantes, activistas, colectivos, bandas... y luchar para acabar con la dispersión y lograr que los presos y presas vuelvan a casa. Me gustaría no volver a tocar más en un Hatortxu, y que las causas que hace 20 años llevaron a un puñado de luchadores a organizar este enorme acto de solidaridad desapareciesen.

Una hora para tocar. Nos interesa el repertorio. ¿Será una noche especial?
La verdad es que todas las noches de esta mini-gira están siendo especiales. Cada concierto que hemos hecho ha sido diferente, y también emocionante. Tocaremos temas de “La imaginación contra el Poder”, “Fuego al Cielo de los cuervos”, “La Casa Magnética”... será una noche de lucha, será una noche de rock and roll.

Varios miembros del grupo conocen qué es estar en prisión. Hace poco han actuado en la antigua cárcel de Torrero donde estuvieron recluidos, hoy centro social okupado con el nombre de Kike Mur.
Sí, Guillermo y Fer decidimos, como otros miles de jóvenes, no participar con esa máquina de matar que es el Ejército español. Eran finales de los años 80 y entonces, cuando te llamaban «a filas», tenías dos opciones: o aceptar más o menos sumisamente y pasar por el aro, o hacerte insumiso. Nosotros optamos por lo segundo. Eso nos llevó a pasar dos veces por prisión, una como preventivos y después con condena en firme, para cumplir un año y un día. Cuando nos pasaron al pabellón de tercer grado estábamos cinco insumisos, entre ellos nuestro compa Kike Mur. Fuimos testigos de la muerte de Kike ante la pasividad y la negligencia de los carceleros y del médico de la cárcel. Años después, cuando la cárcel se cerró y trasladaron a los presos a la macro-cárcel de Zuera, las y los jóvenes del barrio de Torrero la ocuparon y ahora es un espacio recuperado y liberado. Cuando decidimos que íbamos a volver a tocar, el primer sitio en que pensamos fue ese. Para nosotros ha sido una enorme alegría y una pequeña venganza volver y tocar allí.

Hablan de solidaridad y lucha, y subrayan la importancia de pasar a la acción. La suya es una propuesta político-musical.
Entendemos la música como una herramienta de cambio y transformación, y como arma de lucha y concienciación. Apoyamos las luchas y a los que luchan. Los beneficios de esta minigira “2017 formas de matar con unos tirantes” y la reedición en vinilo de nuestro disco “La casa Magnética” van destinados a ayudar a los que ayudan al colectivo solidario aragonés “Ayuda a Refugiad@s en Zaragoza”. No usamos la música para hacer política, sino la política para hacer música. No criticamos el sistema, lo combatimos.