El colegio de Cotxeres de Sants permanece rodeado de cientos de personas que aguardan en el exterior para votar por los problemas con la red, que ha sido intervenida por la Guardia Civil. Unas 80 personas han pasado la noche en esta escuela y a las 7.00 eran cientas las personas que se congregaban fuera. Hacia las 8.30, dos grupos de la delegación de observadores internacionales acudían al colegio para hacer seguimiento de los hechos, que ya para esa hora comenzaban a complicarse en algunos puntos del país.

Dimitrij Rupel, exministro de Asuntos Exteriores esloveno y portavoz de la delegación internacional formada por europarlamentarios y diputados internacionales, ha denunciado tajantemente la intervención por la vía de la fuerza del Gobierno español. «Era una buena mañana hace unas horas y ahora se está convirtiendo en un difícil momento como habréis podido comprobar. Las fuerzas policiales españolas han intervenido en un proceso democrático. A primera hora hemos visto un panorama optimista con gente preparándose para votar y participar en un proceso democrático. Estamos muy preocupados por lo que está ocurriendo hoy; se está obstaculizando votar», ha manifestado.

Tras permanecer unos minutos en el centro, donde desde el primer momento se han producido problemas con el sistema informático, han seguido visitando otros centros para seguir de cerca el referéndum y la violación de derechos que se está produciendo en muchos de ellos.

También ha manifestado su preocupacion el europarlamentario flamenco Mark Demesmaeker, que ha denunciado la actuación de las FSE y ha interpelado al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ha trasladado su opinión a través de Twitter: «Algunas de las escenas de esta mañana en Catalunya son bastante impactantes e innecesarias. Solo dejen que la gente vote», ha dicho.

Una respuesta ejemplar

Entretanto, la situación en el colegio Cotxeres de Sants sigue en relativa calma. Son muchas las personas que siguen en el exterior dado que la votación va muy despacio. Las noticias de la actuación policial en otro puntos genera preocupación, pero la gente sigue resisitiendo pacíficamente.

A primera hora, algunos cantaban mientras los más mayores entraban en el colegio para tomar asiento. Papeleta en mano, han denunciado que esta situación es un «revivir franquista». A cada voto depositado la multitud responde con aplausos y gritos de «Votarem».

Alrededor de 100 electos vascos, en nombre de Udalbiltza, han acudido a Catalunya para actuar como observadores internacionales durante el referéndum de independencia.